Toni Lluís García Expósito y Sebastià Sastre Guasp son los profesores a cargo de los equipos que han competido este año. «Hace dos cursos decidimos orientar las asignaturas de programación y tratamiento de datos a la programación competitiva, formando a los alumnos para resolver problemas informáticos orientados a competiciones. Este año hemos participado en la HP Codewards con dos equipos de tres personas que han quedado terceros y octavos entre los más de 20 equipos participantes», relata García Expósito.
La competición nació hace más de 20 años en Estados Unidos y llegó a Europa en 2015 con el objetivo de despertar el interés en los jóvenes por las llamadas carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Ya ha pasado por Barcelona, León, Madrid y Valencia y en 2025 ha cumplido su décima edición.
Los concursantes se enfrentan, sin acceso a internet, a la resolución de 35 problemas de diversa dificultad utilizando lenguajes de programación como Python o Java. La idea es ofrecer una experiencia divertida y colaborativa que acerque a los chavales a la programación y busque su vocación científica entre los jóvenes, especialmente entre las chicas y es que según la UNESCO solo el 28 % de los investigadores en el mundo son mujeres.
En el IES Binissalem solo ha competido una alumna hasta ahora: Nuria Ferrer. «Solo somos tres chicas en clase. A mi siempre me ha llamado la atención todo lo que es la programación que está detrás de las máquinas, también en la ESO hicimos tecnología y fue cuando me empezó a interesar la robótica y también la programación por bloque, hice algunas clases de ampliación para explorar este ámbito y cuando vi la asignatura pensé que era los mío», relata.
Ferrer quedó en el número 12 de las Olimpiadas informáticas de la UIB y octava en los HP Codewars celebrados hace apenas unas semanas en León. Otros tres compañeros de su centro se clasificaron en el tercer puerto.
La alumna observa que «en la ESO hay bastantes chicas con interés, pero cuando se van influenciando por los estándares sociales dejan la programación y muestran interés por lo que exige la sociedad, si hablamos de optativas la mayoría se matriculan en música, clásica y alemán». «Yo lo tenía claro porque no me dejo influir», añade. En este momento estudia segundo de Bachillerato y planea convertirse en ingeniera biomédica. Le interesa especialmente el desarrollo tecnológico aplicado a la medicina.
«Nuria es la alumna perfecta acabó primero de bachillerato con un 10 de media y no me sorprendería que este año consiga la media más alta de Baleares», dice su profesor Toni Lluís García Expósito.
El IES Binissalem ha sido el único centro de Baleares en participar en la competición de este año en León y cuenta con una buena cantera. «El año que viene tengo seis alumnos de primero de Bachiller que ya están en sendas de preparación para estas competiciones», dice García Expósito.
Los docentes muestran su preocupación por la baja matriculación de alumnas en su asignatura. «Está muy estigmatizado. Con mi compañero hemos analizado los datos y estadísticamente el porcentaje de alumnas va bajando a medida que estas cumplen años. Pasamos de un 50 % en cuarto de ESO a no tener ninguna en primero de bachillerato. Las tres que tenemos este año es porque se han cambiado de Música. La programación es un mundo generalmente y tristemente de hombres», lamenta. Recuerda que cuando él estudio sus compañeras se contaban con los dedos de la mano. Por cada cien chicos había tres chicas y hay que intentar romper con esos estigmas que no tienen sentido».
La asignatura de Programación y tratamiento de datos es una optativa relativamente nueva. «Es una asignatura que lleva tres años y hemos pasado de enseñar una programación genérica a una programación competitiva para resolver ejercicios y problemas en un tiempo determinado», detalla el profesor. Actualmente en el IES Binissalem la están cursando 10 alumnos de primero y 18 alumnos de bachillerato.
Pep Toni Corvillo es uno de los mallorquines que han subido al podio de los HP Codewars. «A mi siempre me ha gustado la informática y cuando vi la asignatura pensé que quizá era mi oportunidad de ampliar conocimientos. Me gusta la capacidad que te da de resolver los problemas y de crear programas que hagan cosas y den soluciones», dice.
A pesar de que ganó las olimpiadas informáticas de la UIB y de que quedó tercero en los HP Codewars, no tiene claro que la programación sea su futura profesión. «La verdad es que no lo tengo claro aunque me estoy desenvolviendo y cogiendo nivel y sé que la informática está presente en numerosos aspectos de nuestra vida y se utiliza para resolver todo tipo de cuestiones», reflexiona.
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