POLÍTICA MIGRATORIA

Exteriores evita pedir ayuda a la guardia costera de la UE y le dice al Consell que hable con Interior

El ministro Albares responde a Galmés que las competencias para solicitarla es del ministro Marlaska

El presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, el día que firmó la carta enviada al ministro de Exteriores, José Manuel Albares.

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El presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, recibió el viernes respuesta a su carta enviada al Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, en la que expresaba su preocupación por la creciente llegada de pateras a las Islas. Sin embargo, la respuesta del ministro José Manuel Albares ha supuesto una decepción para el dirigente, ya que el Gobierno ha derivado la cuestión al Ministerio del Interior y al de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

En la misiva, el Ministerio de Asuntos Exteriores defiende su labor en política exterior y recalca su compromiso con la cooperación con los países del Magreb, como Argelia, para frenar la migración irregular y el tráfico de personas. Asimismo, insiste en que España mantiene una política migratoria «segura, ordenada y respetuosa con los derechos humanos», pero evita pronunciarse sobre la situación concreta de Mallorca.

Galmés había solicitado una mayor implicación del Ministerio en los efectos de la llegada de migrantes, pero en la respuesta oficial se le recuerda que «las competencias en materia de políticas migratorias corresponden al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones», mientras que «la interlocución con Frontex (Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas) y la gestión de fronteras es competencia del Ministerio del Interior».

El presidente del Consell esperaba una respuesta más directa del titular de Exteriores, dada la relevancia de la cooperación con los países emisores en el control de los flujos migratorios. Sin embargo, el departamento encabezado por el ministro ha optado por remarcar su trabajo en el ámbito internacional y su compromiso con un Mediterráneo «seguro y próspero para todos», sin entrar en detalles sobre el impacto de estas políticas en Mallorca o el resto de Balears.

Todo ello a pesar de que Galmés le había informado de que la llegada de menores migrantes no acompañados a Mallorca se ha disparado un 625 % respecto al año 2020, con 368 niños y adolescentes. En este sentido, el presidente le recordaba que el Consell es la institución competente en la acogida de estos menores y que «tres de cada cuatro que están en el sistema de protección son menores migrantes que han llegado solos».

El conseller insular de Presidència, Antoni Fuster, ha llegado a calificar la respuesta de «insultante» porque «viene a decirnos que nos busquemos la vida, que ellos no tienen competencias y que hablemos con Interior». «Teniendo en cuanta que le avisamos de que este drama puede acabar como Canarias, no vamos a dejar nuestras responsabilidades, pero sí pedimos al Gobierno de Pedro Sánchez que pongan control y freno a la situación de Mallorca», dijo Fuster, añadiendo que «se ha consolidado una ruta entre el norte de África y Europa a través de las Islas, así que escribiremos una carta al ministro Fernando Grande-Marlaska. Lo que es triste es que una institución provincial como el Consell tenga que pedir ayuda a un ministerio, cuando debería de ser una iniciativa propia del Gobierno».