Casi 50 personas compiten por cada piso que se alquila en Palma

Idealista advierte que se ha producido un incremento del 495 % desde antes de la pandemia de la COVID-19

Alquilar un piso en Palma es una misión casi imposible.

TW
8

Un total de 48 personas compiten por cada piso que se alquila en Palma, es decir, un 495 % más que en marzo de 2020 antes de pandemia de la COVID-19. Así lo pone de manifiesto un estudio que ha publicado este martes el portal inmobiliario Idealista.

Otro dato relevante es que la capital balear es la segunda ciudad en la que más se ha incrementado la competencia; sólo la supera Bilbao, dónde se ha producido un incremento del 523 %. Idealista atribuye este alza de la disputa para hacerse con un piso a «la importantísima reducción de la oferta de vivienda en alquiler».

A nivel nacional también se ha producido un alza importante de la competencia. En concreto, «el número de familias que compiten por cada vivienda casi se ha cuadruplicado desde antes del inicio de la pandemia de 2020, al pasar de 7 contactos interesados en el cuarto trimestre de 2019 a los 30 que se registraron en el cuarto trimestre de 2024 (un 319 % más)».

Para Francisco Iñareta, portavoz de Idealista, asegura que «el aumento de la competencia es el problema más grave que se encuentran las familias que necesitan una vivienda, por encima en muchas ocasiones de los elevados precios. Los denominados 'castings' miden principalmente factores como el nivel de ingresos, la fiabilidad de los mismos en el tiempo y la posibilidad de recuperar la vivienda en caso de impago. Al haber menos viviendas en el mercado y aumentar la competencia con fuerza, los perfiles elegidos son cada vez más elitistas».

Iñareta advierte que esto está provocando que cada vez haya «más familias expulsadas del mercado: comenzaron siendo los perfiles más vulnerables, tras ellos vinieron quienes estaban en riesgo de convertirse en vulnerables, después quienes tenían que destinar más de un 30 % al pago… y, mientras tanto el agua sigue subiendo para muchas familias».

Ante esta situación, considera «imprescindible que las políticas se reorienten a generar incentivos para lograr el aumento rápido e inmediato de la oferta de viviendas disponible, dejando atrás todas las medidas fallidas que perseguían al propietario. Si ese giro de 180 grados no se produce de forma inmediata, la situación crítica que vive el alquiler en nuestro país seguirá empeorando a pasos agigantados».