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El Gobierno comunicó ayer a la Comisión de Industria y Energía, del Congreso la composición de la nueva Comisión Nacional de la Energía, que será presidida por Pedro Meroño, director de Asuntos Jurídicos de la Compañía Operadora del Mercado. El nombramiento de los miembros de este órgano regulador suscitó la polémica al haber sido decidida en exclusiva por el Gobierno, sin el consenso de la oposición. El PSOE lo consideró una «venganza» y acusó al ministro de Industria, Josep Piqué» de haberles «engañado» al incumplir los acuerdos con los grupos parlamentarios para formar una Comisión consensuada.

Piqué explicó a los grupos parlamentarios que la composición del nuevo ente es competencia exclusiva del Gobierno, y señaló que en su configuración se ha apostado por la profesionalidad, el equilibrio y la independencia, frente al criterio de adscripción política. Meroño presidirá también la Comisión Nacional del Sistema Eléctrico (CNSE) en sustitución de Miguel Angel Fernández Ordóñez, cuya «contribución al impulso liberalizador de los sectores energéticos» reconoció el ministro, al margen del agrio enfrentamiento que protagonizaron ambos a causa de los costes de transición a la competencia de las compañías eléctricas.

El nombramiento motivó el plante de los diputados socialistas, quienes tras expresar su «indignación» por el que, según su portavoz, Juan Pedro Hernández Moltó, constituye «el hecho más grave en la vida parlamentaria en muchos años», abandonaron la sala.