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El ministro de Industria, Josep Piqué, afirmó ayer que en la actualidad «no hay motivos sólidos» como para pensar en un cambio de valoración de Iberia de cara a su privatización, cifrada en 580.000 millones, a pesar del recorte de producción de la aerolínea para hacer frente a los problemas del tráfico aéreo, medida que tendrá un impacto negativo de 10.000 millones en sus beneficios.

El titular de Industria reconoció que estos problemas y la negociación con los pilotos para la redacción del convenio colectivo han aconsejado retrasar la privatización de Iberia hasta el otoño.

El ministro calificó de «fundamental» la contribución de Iberia a la normalización del tráfico aéreo, dado que su grado de utilización de los servicios del aeropuerto de Barajas rondan el 70 por ciento, y señaló que «podría afectar muchísimo al valor de una compañía que no supiésemos afrontar problemas que están preocupando enormemente a los ciudadanos».

En aras a resolver los problemas del tráfico aéreo, el titular de Industria señaló la necesidad de que el resto de compañías sigan el ejemplo de Iberia y recorten su producción y de que se resuelvan otras cuestiones ligadas en exclusiva al control del tráfico aéreo, tanto desde Bruselas como desde los controladores españoles «que tienen margen para mejorar». La Sección Sindical de Pilotos de SEPLA-Iberia y la dirección de la compañía Iberia acordaron ayer crear comisiones de trabajo para «intentar solventar y desbloquear el conflicto» entre ambas en diez días, según un comunicado de Sepla.