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AGENCIAS - LONDRES El general chileno Augusto Pinochet regresó ayer a su mansión en las afueras de Londres tras pasar poco más de una hora en un hospital donde fue sometido a varios exámenes y análisis porque sentía «molestias generales», dijeron fuentes próximas al senador chileno. Fernando Barros, quien dirige el «Movimiento de Reconciliación Chilena» y mantiene una estrecha relación con Pinochet, dijo que las pruebas médicas eran una «medida precautoria frente a las molestias» que sentía el general retirado y por temor a una nueva infección como la que sufrió tras la operación de espalda que le fue practicada en Londres en octubre pasado.

En el hospital, se le hicieron varios analisis -de sangre y de orina- y una exploración interna, dijo Barros.
Pinochet, de 83 años, que se encuentra en régimen de libertad vigilada por la petición de extradición cursada por España, salió de su residencia en el suroeste de Londres para ir al hospital con el consentimiento de la policía, dijeron fuentes próximas al general. Precisaron que «últimamente, las personas que le visitaron notaron que había perdido la fortaleza acostumbrada» en él.

Un portavoz de Scotland Yard dijo en la estación central de la policía en Londres que una patrula escoltó a Pinochet hasta un hospital en el barrio de Berkshire, en el oeste de la ciudad, para «una consulta pedida con anterioridad». «No hay razón para suponer que se trate de una emergencia, pero no hay que olvidar que tiene 83 años», dijo una fuente cercana al ex dictador.