ETA pretende, antes de que finalice el año 2000, cambiar la
estructura institucional de Euskadi en un proyecto que, además de
incluir a Navarra y las dos provincias vascas del sur de Francia,
propone un sistema bicameral, según los datos que se recogen en dos
documentos internos.
En los documentos, elaborados por la banda en octubre pasado y
de los que se incautaron recientemente las fuerzas de seguridad, se
hace una autocrítica por las dificultades que ha tenido la
«izquierda abertzale» para explicar su proyecto de «construcción
nacional» y la «gran indefinición» que han mantenido «a la hora de
dibujar una articulación política e institucional de Euskal
Herria».
Consideran necesario «superar la división norte-sur», entendida
como la separación de las provincias vascas de España y Francia, y
critican también la utilización del «foralismo» en Navarra como
instrumento «para sabotear el proyecto político vasco».
Critican al PNV, de quien dicen que ha tenido como especialidad
«hacerse dueño de la cosecha conseguida y de las posibilidades
abiertas gracias al esfuerzo de otros», y se muestran partidarios
de aprovechar las posibilidades que da la Unión Europea como
«modelo económico unificado».
Entienden que el punto de partida para la nueva
institucionalización del País Vasco es «el reconocimiento de Euskal
Herria» y aseguran que «con vistas al siglo XXI, si queremos
garantizar el futuro de nuestro pueblo, nos es imprescindible
construir nuestra propia representación como pueblo».
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