El Colectivo de Víctimas del Terrorismo en el País Vasco advirtió
ayer en San Sebastián que sólo considerará éticamente válido y
políticamente admisible un contacto entre el Gobierno y ETA si éste
sirve para que la organización abandone definitivamente las armas,
porque, de lo contrario, «puede crearse una profunda herida
democrática» y «un desprecio a todos los ciudadanos».
El colectivo, que se va a constituir en asociación legal, hizo
público un comunicado en rueda de prensa después de mantener una
reunión en un hotel de la capital guipuzcoana, donde el portavoz
del colectivo, Javier Díaz Bada, leyó el manifiesto en el que las
víctimas afirmaron que el contacto solamente deben servir para
saber de primera mano cuándo, cómo y dónde ETA va a abandonar
definitivamente las armas.
Las víctimas, que siguen trabajando en la creación de la
Comisión de la Verdad con personalidades internacionales destacadas
en Derechos Humanos, creen que dicho contacto debe tener el
objetivo de reunir información sobre si los terroristas aceptan el
sistema democrático que aglutina a todos los ciudadanos, si
interiorizan con seriedad la primacía suprema de la Carta
Internacional de los Derechos Humanos y si van a colaborar con la
justicia en el definitivo esclarecimiento de todos los actos
delictivos cometidos.
El colectivo de víctimas considera necesario además conocer si
ETA va a reconocer el daño causado a miles de víctimas.
A juicio del colectivo de vasco, formado por unos 450 víctimas,
cualquier otro objetivo «que alguien quiera obtener a través de
estos contactos provocará una profunda herida democrática, será una
burla al sistema judicial» y «un desprecio a todos los ciudadanos
libres», al tiempo que será «una nueva humillación contra todas las
víctimas».
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