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EFE - BRUSELAS/MADRID El presidente designado de la Comisión Europea, Romano Prodi, presentó ayer el que será el nuevo «gobierno» de la UE durante los próximos cinco años, con la novedad de una presencia reforzada de los países del sur. Prodi, de 59 años, con una sólida formación económica y ex jefe de la coalición de centro-izquierda italiana «el Olivo», anunció al desvelar la composición de su equipo que con él pretende inaugurar una «era de cambio» en la UE que devuelva a los ciudadanos la confianza en el órgano ejecutivo comunitario.

Para ello considera que habrá que acometer «una revolución en el modo de operar» de la Comisión Europea, que tuvo que dimitir en bloque el pasado 16 de marzo sin esperar al final de su mandato después de haber mantenido un largo enfrentamiento con el Parlamento Europeo tras un rosario de denuncias de irregularidades y descontrol en alguno de sus departamentos.

Para hacer frente a la difícil tarea de recobrar la confianza perdida y hacer de la Comisión un órgano de «transparencia», Prodi ha escogido un equipo de 19 comisarios, en el que los países del sur de Europa, en primer lugar el suyo propio, Italia, pero también España, Francia y Grecia, salen muy reforzados con la asignación de carteras de peso económico y político.

El mejor ejemplo es la todopoderosa cartera de Competencia, que hasta ejercía el belga Karen Van Miert, que Prodi ha entregado a su compatriota Mario Monti, el anterior responsable de mercado Interior y Fiscalidad. Con ella, Italia no solo tendrá la presidencia del Ejecutivo de la UE, sino que contará también con la más prestigiosa y ambicionada de las 19 carteras comunitarias, que vela por el respeto de las leyes de la libre competencia en el territorio de la Unión. El país más perjudicado, según los analistas es Bélgica.

Prodi, puso su confianza en dos españoles, Loyola de Palacio y Pedro Solbes, para hacer frente a dos de los grandes desafíos de los próximos años, la paz con el Parlamento Europeo y la estabilidad del euro. El presidente del Ejecutivo comunitario atribuyó una de las dos vicepresidencias a la ex ministra española de Agricultura, Loyola de Palacio, que será responsable de Transportes y Energía además de las relaciones con el Parlamento Europeo.

Prodi decidió poner así en manos de una mujer, que ha sido parlamentaria y es conocida por ser una dura negociadora, las difíciles relaciones con la Eurocámara, con la que debe sellar una paz que permita al nuevo Ejecutivo no correr la misma suerte que el de su predecesor, Jacques Santer. De hecho, Prodi no olvidó en su presentación expresar que confiaba en que su equipo «recabe un apoyo muy amplio» en el hemiciclo, que tendrá que votar su investidura, el próximo 15 de septiembre. Los grupos mayoritarios del Parlamento Europeo ya manifestaron ayer que no habría ningún problema para que saliera aprobada la nueva Comisión Europea.