Angel Bermúdez, padre de la tránsfuga socialista Susana Bermúdez,
manifestó ayer a la Fiscalía Especial Anticorrupción que su hija no
ha recibido ningún tipo de amenazas ni coacciones por parte de
nadie para decidirse a abandonar las filas del PSOE y pasarse al
Grupo Mixto. Angel Bermúdez aseguró que los agentes judiciales
enviados a Ceuta por la Fiscalía Especial Anticorrupción «sólo me
han preguntado si mi hija ha recibido amenazas o ha sido
coaccionada y yo he negado estos dos extremos».
Bermúdez, quien afirmó que el encuentro con los oficiales
desplazados desde Madrid «apenas ha durado cinco minutos», señaló
estar «encantado con esta investigación porque ha habido mucha
gente que ha dicho bastantes tonterías, sobre todo altos
dirigentes». Angel Bermúdez indicó que lo único que espera «es que
investiguen en profundidad a mi familia y que los resultados se
ofrezcan a la opinión pública para que no quede ningún tipo de
dudas en este asunto».
El padre de la tránsfuga ceutí ha prestado declaración en
calidad de testigo dentro del escrito de alegaciones presentado por
el PSOE, que pidió a la Fiscalía Anticorrupción que suspenda o
aplace el pleno del lunes en el que se debatirá la moción, y que
comparecieran en calidad de imputados la diputada Susana Bermúdez;
su marido Francisco Cazalla y presunto beneficiario, y el
representante del GIL en Ceuta, Antonio Sampietro.
En cuanto a la situación en Melilla, el portavoz del PP, Rafael
Hernando, insistió en la necesidad de que Mustafá Aberchán no siga
siendo el presidente de la ciudad autónoma y pidió al PSOE que «no
pierda ni un minuto» y restablezca la situación de pacto que firmó
con el PP y que dejaría fuera del Ejecutivo melillense al partido
de Jesús Gil. Entretanto, el PSOE aseguró que apoyará cualquier
gobierno de concentración democrática que deje al GIL en la
oposición.
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