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Un crecimiento económico del 3'7 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), un déficit público del 0'8 por ciento, una inflación del 2 por ciento, un superávit de la Seguridad Social del 0'1 por ciento, cerca de 400.000 nuevos empleos y una tasa de paro del 14'2 por ciento. Estas son las líneas maestras de los Presupuestos del 2000 elaborados por el Gobierno y aprobados ayer en el Consejo de Ministros. Tras su presentación en las Cortes el lunes comenzará la tramitación parlamentaria de este Anteproyecto de Ley, que no se presenta muy complicada, ya que los socios del Ejecutivo, CiU y Coalición Canaria, se han mostrado ya dispuestos a aprobar las cuentas del gabinete Aznar.

El texto aprobado por el Consejo de Ministros tiene como grandes objetivos la creación de empleo y la mejoría y garantía del futuro del sistema de protección social. Para el primer caso, que supone un «elemento clave de la convergencia real y una base sobre la que se asientan el presente y el futuro de políticas tan importantes como las pensiones», el Gobierno cuenta con las políticas activas de empleo, el desarrollo de infraestructuras y el impulso de la Investigación y Desarrollo (I + D).

Para el segundo objetivo, los PGE conceden un «impulso vital» tanto a la mejora de las pensiones, como al saneamiento de la Seguridad Social. Según el Ejecutivo, otros de los ejes principales de este Anteproyecto de Ley son la modernización de la justicia, la profundización en la calidad de la sanidad y la educación, así como el desarrollo del proceso de supresión del servicio militar obligatorio.