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El presidente de la Generalitat y candidato a la reelección por CiU, Jordi Pujol y el candidato socialista, Pasqual Maragall, se acusaron ayer mutuamente de temer un debate «cara a cara». Así, mientras que el president señaló que a Maragall no le interesa, pese a que lo haya pedido, el presidenciable socialista acusó a Pujol de no aceptarlo porque «no se atreve». Precisamente, el viernes se emitió en la televisión catalana un debate a siete en el que participaron ambos candidatos.

En opinión de Pujol, Maragall sólo lanza mensajes generales y por eso con un par de minutos tiene bastante y añadió que él necesita «una hora para dar explicaciones sobre las cosas que hacemos y las que proponemos hacer. Por ello, no le interesa debatir en profundidad los temas». El president se refirió de nuevo a esta petición de Maragall de un debate «cara a cara» porque el que se emitió el pasado viernes no resolvió nada. Pujol manifestó que el debate «dio de sí lo que podía dar, con la estructura que presentaba». Además, señaló que no vio que «los candidatos restantes tuvieran ganas de entrar en los problemas que al menos para nosotros son los importantes, como conseguir más dinero para Catalunya y más poder político, un incremento del bienestar de la gente, mejora de la enseñanza, de la sanidad, etcétera». «Fue un diálogo de sordos», aseguró.

En los mismos términos, pero desde una perspectiva muy diferente, el candidato del PSC-Ciutadans pel Canvi, Pasqual Maragall, insistió en reclamar un debate «cara a cara» con Pujol y acusó al president de no aceptarlo porque «no se atreve». Maragall dijo en tono irónico que «si tiene que presentar una instancia lo hará», aunque se mostró convencido de que los técnicos de campaña de Jordi Pujol le van a recomendar finalmente que acepte este debate, tras los resultados del celebrado con los siete candidatos en la televisión pública.