El grupo parlamentario de Euskal Herritarrok (EH) impidió ayer, con
sus votos en contra, que se aprobara una enmienda del PNV y de
Eusko Alkartasuna (EA) en la que se recogía parte del acuerdo de
legislatura con la plataforma abertzale, pero añadía que la
violencia callejera dificulta el proceso de paz en el País Vasco.
El lehendakari, Juan José Ibarrexte, descartó que la postura de
EH suponga la ruptura del pacto de legislatura, mientras que la
coalición abertzale resaltó que se trata simplemente de una
cuestión de «trámite parlamentario».
El Parlamento vasco debatió una proposición socialista en la que
se pedía el apoyo a las palabras del lehendakari en el pleno de
Política General "en el que consideró la violencia callejera como
una «práctica contraria a los derechos humanos» y pidió el cese
inmediato de la misma". Ante este texto, el PNV y EA presentaron
una enmienda a la totalidad en la que se recogía parte del pacto de
legislatura con EH, aunque añadiendo un nuevo párrafo acerca de que
la «violencia no sólo no contribuye, sino que dificulta el proceso
político emprendido».
Sin embargo, la plataforma abertzale optó por no apoyar la
enmienda rubricada por los dos partidos que conforman el Gobierno
vasco y con los que mantiene un acuerdo parlamentario. Esta postura
impidió que la iniciativa saliese adelante.
Después del desmarque de EH, el lehendakari Juan José Ibarretxe,
descartó una ruptura del pacto de legislatura. «El acuerdo sigue
absolutamente en vigor, entre otras cosas, porque las firmas no se
pueden borrar. El camino no es volver hacia atrás, sino cumplir lo
que está comprometido», explicó.
Según Ibarretxe, lo necesario no es que se pongan de acuerdo los
socios del Gobierno y los que circunstancialmente le apoyan, en
relación EH, sino que todos los partidos políticos estén de
acuerdo. Por ello, reclamó el diálogo entre todos, porque «lo
ocurrido es una plasmación de que es necesario profundizar en el
diálogo entre todos y sentarnos a hablar mucho más, porque si no se
habla fuera es imposible alcanzar acuerdos en un pleno».
El portavoz del PNV, Joseba Egibar, mantuvo que «este tipo de
acciones no cambiarán la dirección de nuestro partido, aunque caiga
alguno de nosotros». «Estos autores de la violencia callejera son
un obstáculo de este proceso, pero no queremos desenfocar el
proceso», señaló. Socialistas, populares y foralistas reclamaron a
PNV y EA que pidan a EH la retirada de la «cobertura política» a la
violencia.
Así, el presidente de los populares vascos, Carlos Iturgaiz, fue
rotundo en su mensaje y exigió al lehendakari que rompa con EH, al
demostrarse con su rechazo a la enmienda de sus socios
parlamentarios, que «apoya políticamente la violencia».
Por su parte, el portavoz del grupo parlamentario del PSE,
Fernando Buesa, consideró que el desmarque de EH tiene «una
profunda significación política» porque, además de suponer que el
Gobierno vasco no cuenta con el «respaldo de mayorías», deja claro
que la violencia callejera continuará porque EH cree que
«contribuye al proceso político que reclama».
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