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El Gobierno vasco abogó ayer por seguir en la línea iniciada por el pacto de Lizarra, pese al «jarro de agura fría» que ha supuesto el anuncio de fin de tregua por parte de ETA, porque «no hay que echar el freno, hay que seguir avanzando». Mientras, el PNV, a través de un comunicado, mostró su rechazó al mensaje de ETA e instó a la banda armada a dejar de tutelar la vida política vasca.

El consejero de Justicia del Gobierno vasco, Sabin Intxaurraga, subrayó la necesidad de continuar con el pacto de Lizarra porque, en su opinión, «no hay que echar el freno, hay que seguir avanzando». «Sería darles la razón a aquellos que han estado abogando por su ruptura, a quienes no la tienen, tenemos que seguir cooperando».

Respecto a las críticas de la banda terrorista a PNV y EA sobre supuestos intereses partidistas de ambos, afirmó sentirse «desconcertado». «Si de algo nos acusan a EA y PNV es de todo lo contrario de lo que nos acusa ETA. No hay nada más que ver la realidad institucional de este país», señaló. «Que ETA nos acuse de conformar otras mayorías me parece que es una contradicción absoluta con la realidad institucional de este país», dijo.

A su juicio, no es el momento de buscar responsabilidades ante el hecho de que ETA haya roto la tregua. «Está claro que la decisión la ha tomado ETA sin contar con nadie y ETA no tiene ni la voz ni la palabra de nadie, no representa a nadie y lo que tiene que hacer es dejar que sigamos avanzado entre todos, pero a través de las vías democráticas y pacíficas».

Señaló que si la banda tiene una ideología determinada tendrá que «delegar, al igual que el IRA delegó toda su representación política en el Sinn Fein, aquí en el entorno del MLNV, una fuerza política con un peso importante que está avanzando y está aportando sus posiciones y sus puntos de vista políticos de una manera muy clara. Es el momento de que ETA deje el testigo político en HB o EH».

Añadió que si EH es «coherente» con las posiciones que ha mantenido últimamente y se corroboran las declaraciones realizadas por Jon Idígoras, quien señaló que, a su juicio, era inviable una vuelta atrás, «estoy ilusionado y espero que EH siga apostando por la lucha política a través de las vías institucionales».