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El ex presidente del Gobierno Felipe González se solidarizó ayer con el ex secretario de Estado para la Seguridad Rafael Vera en vísperas del juicio del «caso Lasa y Zabala» que se inicia hoy en la Audiencia Nacional y que lo sentará en el banquillo junto a otros seis acusados. Aunque eludió opinar sobre la vista oral, González manifestó su «sufrimiento y solidaridad» con Barrionuevo, Corcuera y Vera, de los que dijo que «siguen viviendo modestamente», mientras que otros en dos años «se han hecho multi, multi, multimillonarios».

El ex presidente habló del general Rodríguez Galindo como la persona que más conocía los «entresijos» de la lucha contra el terrorismo, y, en relación a Vera, señaló que los dirigentes del PNV más cualificados le pidieron «por favor» que no lo cambiara, y «eso yo no lo olvido, aunque haya otros que sí». González añadió que conoció a Galindo en 1996, cuando había dejado de ser presidente del Gobierno, «pero yo quise conocerlo» y aseguró que sabe «que hay gente que lo conoce desde hace mucho tiempo, que tiene responsabilidad muy importantes en España, muy importantes, y ahora parece como si no existiera».

«Y siendo yo presidente del Gobierno -añadió- han ido a verle cada semana o cada quince días han ido a rendirle homenaje porque ha sido un hombre ... ha enterrado a muchos hombres en la lucha contra el terror y eso no es fácil, enterrar a los hombres que están al servicio de uno». Precisamente Rafael Vera, que se enfrenta a una petición fiscal de dos años por encubrimiento, aseguró ayer en una entrevista en TV3 que se siente «desamparado» por parte de la dirección del PSOE.

Vera ha asegurado que no le extraña la actitud de la cúpula de su partido. «No me sorprende nada la condición humana y menos en la vida política», ha afirmado. El ex «número dos» del Ministerio del Interior manifestó que «yo recibo con bastante frecuencia la solidaridad de la militancia, de la gente de base, que me interesa mucho más que la de la dirección de mi partido».