Maragall (en primer término) afirma que se vuelve a la antigua tradición de centro izquierda.

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El líder de la oposición en el Parlamento catalán, Pasqual Maragall, dijo ayer que el presidente del Gobierno, José María Aznar, «se teme que se está formando una alternativa que lo expulsará» del Gobierno.

Antes de intervenir en unas jornadas, organizadas por The Economist, señaló a los periodistas que el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, «puede gobernar, porque el modelo que se produjo en Baleares (con una gran alianza entre los partidos de centro-izquierda», se puede volver a producir en España entera».

Señaló que si se preguntaba a los grupos parlamentarios que apoyaron a Aznar en 1996, «Aznar no gobierna, porque ni vascos, ni gallegos, ni el PAR, ni los canarios están por ello». Para Maragall, esa es «la gran alternativa que se abre en la España de hoy y la alternativa a la situación que tenemos de dominio de Convergencia y del PP, que son dos nacionalismos, el español y el catalán, que se odian pero gobiernan juntos».

En su opinión, «es mejor no odiarse tanto y entenderse un poquitín más, aunque haya diferencias, y la izquierda o el centro-izquierda está abriendo una alternativa mucho más sólida y estable para el futuro y menos crispada, en la que puede haber diferencias, pero no esta inquina que en estos momentos hay entre los nacionalistas».

«Se está volviendo "continuó" a una vieja tradición de la política española, que es un centro-izquierda formado por los partidos progresistas y los nacionalismos o regionalismos democráticos».

El secretario general del PP, Javier Arenas, acusó por su parte al PSOE de intentar liderar una «gran cruzada anti-PP» y se mostró convencido de que, tras las elecciones, gobernará el partido que obtenga más escaños.

Sobre los pactos que el PSOE está ofreciendo a distintas fuerzas políticas, Arenas apuntó que se trata de una «ensalada incomprensible y una estrategia de perdedor» y señaló que la «consecuencia directa» de ellos es que «Joaquín Almunia es el candidato de Esquerra Republicana de Cataluña».

Arenas también señaló que su partido centrará la campaña electoral en la presentación de las propuestas de futuro y el balance de la gestión popular y consideró que «Almunia debería hacer un esfuerzo por liderar su propio partido y presentar sus propuestas en vez de intentar dañar la imagen y honorabilidad de sus adversarios», una estrategia con la que el PSOE «se equivoca».