El conocimiento público del informe informe médico sobre Pinochet
calificado de confidencial desató una tormenta política en España y
obligó al Ministerio de Asuntos Exteriores a responder con
celeridad a la exigencia de explicaciones planteada por el Gobierno
del Reino Unido. Así, nada más recibir el documento oficial con la
socilitud de explicaciones, aseguró que lamentaba la filtración y
tras anunciar la apertura de una investigación, destacó que no se
había producido en España.
El candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, Joaquín
Almunia, arremetió duramente contra el Ejecutivo de José María
Aznar por esta «torpeza» que calificó de «indecente». Afirmó que la
filtración del informe médico supone «el colmo del ridículo, de las
torpezas y errores» del Ejecutivo en todo el proceso del 'caso
Pinochet', porque «los jueces británicos sólo han autorizado que se
comunique a las partes personadas en el proceso pero no que se
difunda a la opinión pública».
El Ministerio de Asuntos Exteriores, además de anunciar que
abrirá una investigación para exclarecer los hechos, negó que la
filtración de los documentos se haya producido en España. Fuentes
diplomáticas explicaron que el documento se recibió a través de la
embajada de España en Londres y que a las 17.00 un funcionario
esparaba en la Fiscalía británica el informe para trasladarlo a la
embajada. El documento estaba en Madrid, en el Ministerio, a las
19.00 y a las 20.30 se le hacía llegar al juez Garzón.
Por su parte, el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón
remitió un oficio al presidente de la Audiencia, Clemente Auger, en
el que concluía que la filtración se había producido antes de que
el informe médico llegase a sus manos. En el oficio señala que «la
información que ha servido de base para la publicación del supuesto
contenido de los informes médicos de Pinochet se ha producido, en
todo caso y sin lugar a dudas, antes de que llegara al Juzgado»,
por lo que no ha podido ser él quien ha filtrado los documentos a
la prensa. Así, explicó que a las 20.45 recibió en el Juzgado un
sobre remitido por la subsecretaría del Ministerio de Exteriores
que contenía una carta de la Fiscalía británica, otra del
Ministerio del Interior británico, los informes médicos y el texto
de la sentencia, todos los documentos en inglés.
Añade que, «en previsión de que se produjera lo que ha
acontecido» ordenó que se extrajera una copia de los documentos
para que se tradujera «por el traductor designado» y asegura que,
«sin perder en ningún momento de vista los documentos», el
funcionario introdujo la copia en un sobre sellado y lo envió al
traductor. Garzón afirma que el original lo guardó en un sobre
cerrado y firmado y «se halla actualmente en la caja fuerte del
Juzgado». Por su parte, el traductor recibió el sobre a las 22.40
con la advertencia de guardar la confidencialidad.
«También la ministra de Justicia, Margarita Mariscal de Gante,
se refirió a la filtración y aseguró que lamenta que se haya
producido. «A mí, las filtraciones así, aunque a ustedes (los
periodistas) les gustan mucho, a mí, no», dijo. Para el portavoz
del Ejecutivo, Josep Piqué, el hecho de que apareciese publicado en
tres diarios el informe «es una muestra de la capacidad de hacer
periodismo de investigación».
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