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El presidente del Ejecutivo en funciones, José María Aznar, subrayó ayer que su próximo Gobierno aplicará el «proyecto centrista y reformista» que había anunciado y por el que ha recibido el respaldo mayoritario de los ciudadanos. Para ello, pondrá en marcha «reformas equilibradas», que miren «por el interés de la mayoría», que nazcan «del diálogo político y social» y que contribuyan a la prosperidad de España. En este sentido, anunció que las primeros sectores donde hará hincapié el Ejecutivo se circunscriben a seis capítulos. El primero, desde el punto de vista institucional, reafirma la idea de España como nación plural. «Que nadie lo olvide. España es una nación y es plural», señaló.

En este primer área se enmarca su apuesta personal por defender el marco constitucional y estatutario, y tiene como uno de los onjetivos más importantes «intentar conseguir que la violencia terrorista deje de existir», desde la defensa del Estado de Derecho y la defensa de las libertades.

El segundo capítulo es todo lo referente a la política económica y social, cuya estabilidad ha dado «buenos frutos», según recordó Aznar. en el área económica, Aznar avanzó que se impulsarán reformas en un triple sentido: la fiscal, la profundización en las liberalizaciones y el aumento de todos los factores de competencia. Respecto al área social, Aznar explicó que su Gobierno pondrá en marcha las políticas necesarias para conseguir el pleno empleo, al tiempo que expresó su deseo de que se renueve, cuanto antes, el Pacto de Toledo. En este capítulo, avanzó que citará a los agentes sociales "sindicato y patronal" para la semana posterior a la Cumbre de Lisboa, que precisamente hablará de empleo.

En esas nuevas conversaciones que quiere mantener con Cándido Méndez, Antonio Gutiérrez y José María Cuevas, Aznar sondeará, según explicó, la actitud en qué están sus interlocutores, para a continuación valorar los cuatro años de colaboración que han mantenido y estudiar qué cosas se puede hacer en un futuro dentro del mercado laboral y teniendo como base ese diálogo social.

Además, en este segundo capítulo económico y social Aznar mencionó todo lo referente al sistema de financiación autonómica y local, que pese a que se debe renovar en el año 2001 cree necesario comenzar a preparar.