Desde que renunció a la alianza con la holandesa KPN, Telefónica no
ha interrumpido su retroceso en Bolsa. En lo que va de semana la
operadora ha perdido ya 1'8 billones de pesetas y ayer, en concreto
bajó un 4'71 por ciento, cerrando a 22'85 euros, en una jornada en
la que la Comisión Delegada de la compañía no analizó la posible
dimisión del presidente, Juan Villalonga, tras el fracaso. La
Comisión Delegada de Telefónica se reunió ayer para analizar la
situación de la compañía, aunque, según fuentes de la misma, «en
ningún momento se trató de la posibilidad de dimisión de su
presidente o de su situación personal». Las mismas fuentes
señalaron que la reunión se desarrolló en un clima de normalidad y
la calificaron de «muy positiva».
En la reunión se analizaron diversos asuntos de actualidad y el
avance de los resultados del primer trimestre, calificados por los
asistentes de «muy brillantes». La Comisión Delegada está formada
por el propio Villalonga, Isidro Fainé, César Alierta, Pedro Luis
Uriarte, José Javier Echenique, Alberto Cortina, Luis Martín
Bustamante, Antonio Viana y José María Más.
El valor en Bolsa de Telefónica, tras el cierre de ayer, es de
12'4 billones de pesetas, frente a los 14'2 billones que valía el
pasado viernes. El mayor castigo se lo suministraron los inversores
el pasado lunes, cuando cedió un 6'63 por ciento. La confirmación
de que no habría ningun acuerdo entre Telefónica y KPN se produjo
el pasado viernes, cuando la bolsa ya había cerrado.
Después de la reacción inicial al fracaso de la operación,
Telefónica mantiene su tendencia a la baja y en la sesión del
martes perdió un 1'52 por ciento mientras que ayer retrocedió un
considerable 4'71 por ciento, con lo que ya está lejos la cota de
los 25 euros. La semana pasada la compañía había logrado
sustanciosas revalorizaciones, ya que el martes, tras anunciarse
las conversaciones con la operadora holandesa, sus acciones se
revalorizaron un 9'23 por ciento.
La posibilidad de la fusión o alianza con KPN, que contó con la
clara oposición del Gobierno, está recibiendo, después de que la
operadora holandesa haya realizado la operación con la japonesa
NTT, adhesiones ´a posteriori´. Así, hoy, el portavoz de CiU en el
Congreso, Xavier Trías, consideró que, tras la operación frustrada,
puede pensarse que la iniciativa de Villalonga era la acertada y
que sería «grave» que el Gobierno se hubiese opuesto a esa
operación por razones «personales», como un castigo hacia el
presidente de la compañía española.
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