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El vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, valoró ayer que PNV y EA, las dos fuerzas que conforman el Ejecutivo vasco, advirtieran el domingo a EH que sólo irán a la Asamblea de Municipios Vascos "Udalbiltza" si ETA deja de matar, aunque exigió a las dos formaciones una ruptura clara del pacto de Lizarra y de la Asociación de Municipios y Electos. Para el portavoz parlamentario del PSE, Rodolfo Ares, el partido de Xavier Arzalluz no tiene intención de romper la «unidad nacionalista», sino que sólo pretende ganar tiempo. «Es mejor que el PNV haya dado ese paso antes que no hubiera hecho nada o que hubiera dado un paso contrario; siempre es mejor eso que nada», manifestó Rajoy en declaraciones a los periodistas después de entrevistarse en Santiago de Compostela con el presidente de la Xunta, Manuel Fraga.

En cualquier caso, Rajoy destacó que fue el PNV el que «rompió la unión de las fuerzas democráticas», por lo que es él quien debe «rectificar». Subrayó que si no hay ruptura clara del pacto de Lizarra y del pacto de municipios, con una asunción clara de la legalidad vigente, «es que estamos en muy mala posición». En cuanto a la posición del PP si el PNV abandona definitivamente Lizarra, Rajoy reconoció que las cosas cambiarán, aunque no quiso «adelantar acontecimientos».

Asimismo aseguró que el PSOE está en las «mismas posiciones» que el PP, y añadió que «sería muy peligroso que no fuera así». De esta manera, se refería a la actitud que mantiene el PSOE, al considerar que el adelanto electoral en el País Vasco no es la solución al conflicto vasco.

Por el contrario, para el vicepresidente primero, unas elecciones en el País Vasco contribuirían a clarificar la situación porque «no hay ningún precedente en el mundo de la existencia de un gobierno en minoría». «El PNV no puede gobernar, la única fórmula que tiene para gobernar es mantener su relación con HB y un gobierno apoyado por una organización terrorista no puede tener el apoyo de ninguna persona honesta y sensata», dijo. Entretanto, Rodolfo Ares coincidió con el Gobierno en valorar «positivamente» la paralización de la Asamblea de Municipios Vascos, pero pidió al PNV que explique por qué no abandona definitivamente los foros en los que se encuentran las tres formaciones nacionalistas vascas.