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El consejero de Interior del Gobierno Vasco, Javier Balza, compareció ante la comisión correspondiente del Parlamento Vasco a petición del PSE-EE, que pidió su opinión sobre las consideraciones de la memoria judicial de 1999 del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco en cuanto a las medidas de seguridad de jueces y magistrados. El consejero explicó que después de que el Cuerpo Nacional de Policía desarticulara el pasado 3 de enero el comando Vizcaya de ETA, el Ministerio del Interior informó directamente a los jueces y magistrados de que figuraban en la documentación de este grupo como posibles objetivos, pero sin darlo a conocer a la Ertzaintza, encargada de prestar la protección.

Estos jueces, según relató el consejero, se pusieron inmediatamente en contacto con el Departamento de Interior del Gobierno Vasco que organizó un dispositivo de seguridad personal para todos durante quince días, sin saber el grado de concreción de la amenaza, dado que, según el consejero, el Ministerio no facilitó la citada información al Departamento.

Balza aseguró que la información incautada al Comando Vizcaya en 1999 tardó alrededor de 15 días en llegar hasta el Departamento que dirige desde el Ministerio de Interior. Fuentes del Ministerio del Interior señalaron que Mayor Oreja sólo hablará sobre asuntos de seguridad con el consejero de Interior del Gobierno vasco, Javier Balza, en privado. Las fuentes indicaron que el ministro «tiene por norma no polemizar en público sobre asuntos de seguridad con responsables de Interior de las comunidades autónomas».

De otra parte, el Gobierno Vasco, a través de su portavoz, Josu Jon Imaz, consideró «intolerable» que el presidente del Gobierno, José María Aznar, acuse a las instituciones vascas de «dejar indefensa a una parte de la ciudadanía», justo cuando la Ertzaintza «está garantizando la libertad y la seguridad de los ciudadanos vascos».