El ex presidente del Gobierno y ex secretario general del PSOE,
Felipe González, criticó ayer la «endogamia creciente» en el seno
de su partido en vísperas del Congreso ordinario del mes de julio.
Una endogamia que, dijo, está llevando a los actuales responsables
socialistas a una falta de respuestas concretas a los principales
problemas de la sociedad. González pidió a los dirigentes
socialistas de los diferentes sectores internos que se dejen de
«calificaciones, autocalificaciones y descalificaciones» así como
de intentos de reforma de los estatutos del partido, y que ofrezcan
a la sociedad respuestas concretas a los problemas ciudadanos.
Así, se refirió a lo que llamó las «alertas» del PSOE. La
principal, que «el partido tiene un problema de endogamia
creciente». «La endogamia podría ser útil durante un rato si
resolviera problemas internos. Normalmente, creo que no es útil
nunca. Mis compañeros tienen que ser conscientes de que,
normalmente, cuando se habla para sí mismo y entre nosotros,
terminan por no resolverse ni siquiera los problemas que nosotros
mismos tenemos; la única manera de resolver los problemas es
manteniendo una conversación permanente con la sociedad»,
apostilló.
En este contexto, realizó una velada referencia a los llamados
«guerristas», que el viernes mantuvieron un encuentro para preparar
su estrategia con vistas al Congreso, y donde el presidente
extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, se definió como socialista
frente a las etiquetas de socialcristianos o social-liberales. El
ex presidente advirtió de que no entrará en ese tipo de debates,
«que no conducen a nada». En esta línea, se preguntó cuáles son las
propuestas de los candidatos de su partido a la Secretaría General
ante problemas como la caída de valores en la Bolsa, la
liberalización de los horarios comerciales, la regulación del
mercado de las telecomunicaciones o la crisis con Alemania por la
privatización de Santa Bárbara.
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