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La Audiencia de Barcelona ha condenado al financiero Javier de la Rosa a cuatro meses de arresto por un delito de estafa en grado de tentativa, pero le ha absuelto de un delito de falsificación de documentos porque considera que ha prescrito. Se trata de la primera condena a De la Rosa en España, pues ya había sentenciado contra él un tribunal londinese por la vía civil.

El fiscal y la acusación particular pedían una pena de tres años de cárcel y una multa de 9 millones de pesetas por intentar estafar a KIO 51.966 millones de pesetas con unas cartas falsificadas, presuntamente firmadas por el ex presidente del grupo kuwaití, Fahad Mohamed Al Sabah.

Durante el juicio, De la Rosa juró «por mi honor» que fue el jeque Al Sabah quien le entregó las cartas en las cuales se expresaba el compromiso irrevocable de KIO de comprar las acciones de las sociedades Folma y Mira, controladas por el financiero catalán, en el Grupo Torras. Según De la Rosa, esta operación pretendía evitar que Torras presentara la suspensión de pagos y el propio Al Sabah le «impulsó» a presentar la demanda civil para que KIO cumpliera el compromiso. La defensa de De la Rosa, representada por el abogado Francesc Jufresa, argumentó que no existía ninguna prueba que demostrase que el financiero falsificó las cartas. De la Rosa está en libertad bajo fianza desde el pasado 24 de febrero tras abonar dos fianzas de 500 y 100 millones correspondientes al caso KIO y Grand Tibidabo. El financiero se enfrentaba inicialmente a una pena de tres años de cárcel y el pago de una multa de 9 millones de pesetas por un delito de estafa en grado de tentativa y la falsificación de unas cartas firmadas por el ex presidente del grupo kuwaití, Fahad Mohamed Al Sabah.

La Sección Décima de la Audiencia de Barcelona considera probado que las cartas eran «simuladas» pero considera que el delito de falsificación había prescrito, por lo que sólo le condena por el intento de estafa. Según la sentencia, en 1993 De la Rosa, como «verdadero administrador y controlador de las empresas Folma y Mira», decidió presentar una demanda civil contra KIO con la intención de que se condenara al grupo kuwaití a cumplir un supuesto contrato de recompra de todas las acciones que poseían estas sociedades en el Grupo Torras y asumir, en contraprestación, sus deudas.