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La economía española creció a un ritmo anual del 4'1 por ciento en el primer trimestre del año, dos décimas más que en el periodo inmediatamente precedente, según datos de la Contabilidad Nacional difundidos ayer por el Instituto Nacional de Estadística. El aumento del Producto Interior Bruto (PIB) entre enero y marzo obedece a la aceleración de la demanda interna, que creció un 4'3 por ciento, una décima más que en el trimestre anterior, y a la menor aportación negativa del sector exterior, que fue de 0'2 puntos, una décima menos que en el periodo septiembre-diciembre.

El crecimiento de la economía en el primer trimestre superó en cinco décimas el 3'6 por ciento registrado en el mismo periodo del año pasado y en cuatro décimas la media del 3'7 por ciento registrada en el ejercicio 1999. Según el INE, el «elemento más sobresaliente» del repunte de la demanda interna fue la intensificación del crecimiento de la inversión tanto en bienes de equipo como en construcción (7'7% y 5'5%, respectivamente, frente al 7'5% y 5'1 del trimestre anterior). El gasto en consumo final se desaceleró en una décima y se situó en el 3'6%, a pesar de que el consumo de los hogares, que contribuyó al crecimiento trimestral del PIB con 2'7 puntos, está estabilizado en tasas de evolución «históricamente elevadas» (4'5%), según el INE. La mejora del sector exterior fue consecuencia de un aumento de las exportaciones y una «moderada desaceleración» de las importaciones.

Desde el punto de vista de la oferta, Estadística destacó el impulso de la industria, con un crecimiento del 4'1 por ciento, ocho décimas superior al del trimestre anterior, y el aumento de la construcción (5'6 por ciento, frente al 5'1 por ciento). Los servicios de mercado continuaron en una senda de «vigoroso crecimiento» (4'5 por ciento). En términos de contabilidad nacional, en el primer trimestre el empleo a tiempo completo creció un 3'4 por ciento, una décima más que en el periodo anterior.