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El Consejo de Ministros aprobó ayer un conjunto de medidas liberalizadoras que afectarán a los sectores de la energía, telecomunicaciones, distribución comercial y fiscalidad, dirigidos a consolidar el crecimiento económico, frenar la inflación e impulsar la creación de empleo.

El ministro de Economía, Rodrigo Rato, declaró que el objetivo de estas medidas «es hacer el traje de la economía española más grande», manteniendo el crecimiento económico «dentro de un marco de estabilidad de precios». Las medidas, recogidas en cinco Reales Decretos, respetan el interés general y suponen «el aumento de la liberalización y el final de los vestigios de épocas pasadas» y de monopolios en algunos sectores «cuyas legítimas aspiraciones han de ser tenidas en cuenta siempre que no perjudiquen el interés general», dijo Rato. El titular de Economía definió este conjunto de medidas como «una de las más amplias modificaciones planteada desde el punto de la oferta económica en España».

Las Cámaras de Comercio y los sindicatos UGT y CC OO mostraron su disconformidad ante el paquete de medidas liberalizadoras. Para los sindicatos las medidas son injustas y antisociales, mientras que las Cámaras consideran las decisiones como positivas pero insuficientes. Sólo la Unión de Consumidores de España (UCE) se mostró conforme con la actuación del Gobierno calificándola de «positiva». El diputado de IU Gaspar Llamazares afirmó que el conjunto de medidas liberalizadoras «suponen aplicar un trágala a la mayoría de sectores del país», y añadió que «sólo benefician a los grandes oligopolios configurados por el Gobierno». Acusó al Gobierno de volver a las «andadas» y al presidente del Gobierno, José María Aznar, de olvidar que uno de sus principales compromisos en el debate de investidura fue el de apostar por el diálogo y el consenso.