Luis Angel Rojo (derecha) presentó ayer uno de sus últimos informes antes de dejar de ser el gobernador del Banco de España.

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El Banco de España ha recomendado a los exportadores y al sector turístico que apuesten por la calidad de sus servicios para lograr el mantenimiento de la competitividad en la economía española, que podría perder su fuerza en el exterior si no se avanza en el proceso de desregulación y liberalización, que es la única fórmula para contener precios, costes y rentas.

Según advierte el instituto emisor en su informe sobre la balanza de pagos en 1999, «en el nuevo marco de integración de mercados, con moneda única y transparencia de precios, es necesario avanzar en las políticas de desregulación y liberalización que garanticen la contención de precios, costes y rentas». El Banco de España advierte además que, si no se llevan a cabo estas medidas y «si el euro recuperase niveles más apreciados, que se consideran más acordes con su paridad de equilibrio a largo plazo, las ganancias de competitividad conseguidas en 1999 podrían revertir». En el pasado ejercicio, se han producido algunos hechos que alertan sobre la posible pérdida de competitividad turística, destacando el indicador de costes relativos, donde se advierte «una situación continuada de diferenciales positivos de costes que no es sostenible en el contexto de una unión monetaria».

Además, el informe explica que el año pasado se observó un incremento «elevado» en los precios relacionados con el turismo que, a pesar del dinamismo registrado por el sector, podría suponer «un freno a su desarrollo en los próximos años». «La competitividad del sector turístico, como la de todo el sector exterior, solamente podrá mantenerse mediante una combinación adecuada de precios competitivos y calidad en el servicios», advierte. Las ganancias y pérdidas de competitividad tienen un efecto «significativo» sobre la balanza comercial, porque gran parte de los productos que exporta España tienen una «elasticidad-precio elevada» y por su efecto sobre los procesos de sustitución entre producción interior y productos importados.