El presidente del Gobierno, José María Aznar, lamentó ayer el
atentado de ETA que costó la vida a José María Korta. Al respecto,
aseguró que ETA está desarrollando «una campaña terrible y bestial
para intentar atemorizar y exterminar a los que no están dispuestos
a doblegarse ante su voluntad«», por lo que destacó que es el
momento de tener «más cohesión y unidad que nunca» entre los
demócratas.
Respecto a los cuatro etarras muertos el lunes en Bilbao cuando
viajaban en un coche cargado de explosivos, aseguró que «no eran
personas que iban precisamente ni de turismo ni de vacaciones, sino
para cometer un gravísimo atentado» porque, según destacó, «uno no
se pasea en un coche con 50 kilos de explosivos para tomar el
aperitivo». No obstante, señaló que «la pérdida de vidas humanas no
nos alegra a nadie» y precisó que «ninguno de los demócratas ni de
los que amamos la libertad vamos a celebrar ninguna muerte», aunque
subrayó que no está dispuesto a aceptar «que se establezcan
comparaciones de ningún tipo entre los que se dedican a matar y los
que mueren».
En este sentido, dijo que «hay voces que no condenan la
violencia ni el terrorismo» y que desde allí «se les llama
compañeros a los etarras». «Son los mismos compañeros, esos, los
que no condenan la violencia, los que han asesinado esta mañana a
José María Korta y a tantos otros a lo largo de tanto tiempo». El
presidente también se refirió al atentado con coche-bomba que se
produjo a las 18:30 horas en la calle Platerías de Madrid, en el
mismo momento en que hablaba ante los medios, y que causó 11
heridos, afirmando que ETA «está buscando una situación límite ante
la que hay que mantener más que nunca nuestra firmeza, nuestra
unidad y responder con nervios de acero con la mayor
responsabilidad de todos». Los partidos políticos también
lamentaron las muertes de los etarras, pero coincidieron en
recordar que su objetivo era cometer un atentado.
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