TW
0

El Gobierno y el PSOE se comprometieron ayer a reforzar su colaboración frente a la violencia de ETA y coincidieron en preservar la «unidad y lealtad» frente a ETA, al tiempo que acordaron trasladar a la opinión pública un mensaje de serenidad y «firmeza» en los principios democráticos. Representantes del Gobierno y del PSOE mantuvieron ayer en la sede del Ministerio del Interior una reunión en la que acordaron mantener el nivel de interlocución abierto permanentemente y permanecer «siempre unidos» frente a la violencia de la banda terrorista ETA.

La citada reunión, la segunda que mantienen las partes en diez días, duró cerca de dos horas y a ella acudieron, por parte del Gobierno, el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, y el secretario de la Presidencia, Javier Zarzalejos. Por parte del PSOE, que solicitó con carácter urgente esta reunión, acudieron dos de los recién nombrados interlocutores para cuestiones antiterroristas, Jesús Caldera y Alfredo Pérez Rubalcaba. Fuentes oficiales informaron de que durante el encuentro primó por ambas partes la idea de «unidad y lealtad con el Gobierno» y se puso de manifiesto la intención de «transmitir a la sociedad un mensaje de serenidad y confianza en el Estado de Derecho y en la labor de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad».

Los representantes del PSOE aconsejaron al Gobierno que cambie su estrategia de acoso al PNV, pero el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, lo supeditó a la ruptura total del Pacto de Estella. Los demás partidos políticos solicitaron una apertura del diálogo a todas las fuerzas democráticas, incluido el PNV, y rechazaron los acuerdos bilaterales entre PP y PSOE. Los dirigentes socialistas plantearan al Gobierno que su estrategia de acoso y derribo al PNV no está bien planteada y que convendría darles un margen de confianza para que puedan «salir del túnel de Lizarra», según fuentes conocedoras de la reunión. Sin embargo, desde el Gobierno se respondió al consejo socialista que el diálogo con el PNV es imposible mientras este no rectifique y rompa todos sus vínculos con el Pacto de Estella-Lizarra y vuelva al marco del Estatuto de Gernika y de la Constitución. También IU reclamó una apertura de diálogo entre todos los partidos del bloque democrático.