El atentado destrozó el vehiculo empleado por los guardias para realizar sus rondas. Foto: EFE

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Dos guardias civiles perdieron ayer la vida en Sallent de Gállego (Huesca) al poner en marcha un vehículo Nissan Patrol con el que habitualmente hacían sus rondas de vigilancia. El atentado, perpetrado por ETA, ocasionó la muerte instantánea de Irene Fernández Pereda, la primera mujer guardia civil asesinada por la banda, y produjo heridas de carácter muy grave a José Àngel de Jesús Encinas, quien murió durante su traslado al Hospital de San Jorge de la capital oscense.

La explosión de la bomba-lapa adosada al vehículo, ocurrida a las 06.10 horas, despertó prácticamente a todos los vecinos del pueblo, quienes, al asomarse a las ventanas vieron una espesa humareda al lado del cuartel. Irene Fernández Pereda, de 32 años y natural de Quirós (Asturias), accedió al cuerpo en 1995 y, desde 1997, estaba destinada en el cuartel de Sallent de Gállego, donde era muy apreciada por los vecinos. José Àngel de Jesús Encinas, de 22 años y nacido en la localidad toledana de Talavera de la Reina, había ingresado en la Guardia Civil en 1997 y tan sólo llevaba dos meses ejerciendo su labor en Sallent. En el actual cuartel del municipio, de unos 500 habitantes, ejercen su labor diez agentes de la Guardia Civil y el comandante del puesto, que próximamente se trasladarán a unas nuevas dependencias construidas en la zona.

El alcalde de Sallent, José Luis Sánchez Sanz, calificó de «terrorífica» la explosión y dijo que la única manera de combatir el terrorismo en democracia es «encerrar a los culpables y hacerles razonar, ya que «en una sociedad democrática no hay otra vía que el diálogo y la política para resolver los problemas». «Espero que la muerte de Irene y Jose les pese toda la vida a estos señores que no son conscientes del daño que hacen. Son gente sin alma, fascistas y los demócratas debemos de mantener la serenidad para seguir combatiéndolos con las armas que de la democracia», agregó el regidor. El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja; el secretario de Estado de Seguridad, Pedro Morenés, y el director general de la Guardia Civil, Santiago López Valdivielso, viajaron ayer a Sallent para acompañar a las familias y compañeros de las víctimas.