El Gobierno ha decidido acatar una Sentencia del Supremo, que
declaró nulos y contrarios a derechos algunos elementos del sistema
de retenciones, aprobando ayer en el Consejo de Ministros un Real
Decreto por el que bajará el Impuesto sobre la Renta de las
Personas Físicas (IRPF) a 1'1 millones de contribuyentes.
Los contribuyentes afectados son aquellos con ascendientes a
cargo mayores de 65 años y los que formen familias monoparentales
(solteros, viudos o separados) con hijos menores de 25 años. Con
este decreto se incorpora al reglamento del IRPF el principio
prioritario establecido en una reciente sentencia del Tribunal
Supremo, según el cual la regulación de las retenciones debe
pretender en su cálculo la máxima personalización e
individualización para conseguir la mayor equivalencia en la
tributación definitiva.
En su sentencia del 19 de mayo el Supremo consideró ilegal que
no se tuviera en cuenta a los ascendentes mayores de 65 años que
convivan con el declarante para calcular la base de retención. La
modificación que afecta a estos colectivos se centra en una menor
retención por sus ingresos, que deberá practicar la empresa en la
que trabajan en los meses que restan del presente ejercicio. En el
caso de los contribuyentes con ascendientes a cargo, para calcular
la nueva retención se tendrá en cuenta el mínimo familiar por
ascendiente, de 100.000 pesetas, siempre que cumplan los requisitos
que marca la norma.
Respecto a las familias monoparentales se establece, a efectos
de retenciones de la renta, el cómputo en su totalidad de los
descendientes cuando el contribuyente tenga derecho a la aplicación
íntegra del mínimo familiar, manteniéndose para el resto de
supuestos el cómputo por mitad.
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