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El Gobierno reconoció ayer que hace lo posible por dar seguridad al mayor número de personas aunque hay que conocer «las limitaciones que siempre tiene la seguridad», el mismo día en que la viuda del fiscal Luis Portero, asesinado por ETA declaró que su esposo pidió dos veces escolta y «tan sólo se le incluyó en un plan de contravigilancia».

El presidente del Gobierno, José María Aznar, aseguró que no cree conveniente que se introduzcan elementos de polémica sobre el dispositivo de seguridad de que disponía el fiscal jefe del TSJA, Luis Portero, asesinado por ETA la pasada semana. El jefe del Ejecutivo afirmó, no obstante, que comprende lo que puede decir una familia en la que uno de sus miembros ha sido víctima de un atentado terrorista y reiteró a estos familiares su agradecimiento porque cree que su comportamiento es ejemplar.

Rosario de la Torre, esposa de Luis Portero, dijo tener documentos que acreditan que su marido «pidió protección personal y vigilancia en dos ocasiones», se mostró convencida de que fueron tres los asesinos y opinó que la trama de ETA en Andalucía «es mucho más extensa».

Aznar señaló que él, desde la responsabilidad de un presidente de Gobierno tras un atentado terrorista, puede tener la sensación de que se podrían haber hecho más cosas por evitarlo, aunque también se ha podido comprobar que otras personas más protegidas también han sido víctimas de ETA. La Delegación del Gobierno en Andalucía aseguró que el fiscal jefe de Andalucía tenía servicio de protección policial desde septiembre y precisó que en agosto Portero pidió que a la vuelta de vacaciones le proporcionase protección, por lo que a primeros de septiembre se acordó el tipo de guarda policial, «que empezó a funcionar inmediatamente».

Ante la polémica surgida, el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, respondió que «tenemos que saber reconocer las limitaciones que siempre tiene la seguridad», en relación a las críticas sobre la falta de escolta del fiscal jefe.