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EUROPA PRESS/OTR Los presidentes de Extremadura y Castilla-La Mancha, los socialistas Juan Carlos Rodríguez Ibarra y José Bono, respectivamente, respondieron a la última acción de ETA solicitando una mayor dureza en las condenas a etarras. Ibarra propuso la cadena perpetua para los terroristas si estos no dejan las armas de aquí al próximo mes de diciembre, mientras que el presidente manchego señaló que después de convivir más de 30 años con el terrorismo «si hay que cambiar las leyes habrá que hacerlo».

Para Ibarra, el «error del demócrata español» radica en dejar la «llave de la cárcel» a los terroristas, los cuales «saben perfectamente» que la abandonarán cuando decidan dejar las armas porque «declaran otra tregua». A su juicio, la segregación del territorio español que pretenden «no va a ser posible» y quizás la cadena perpetua «les quitará la esperanza que tienen».

Bono fue menos duro en sus declaraciones pero apostó por cambiar las leyes para que los pistoleros acaben en la cárcel. «Lo que hay que hacer es más de lo que hay que decir. Las palabras se quedan cortas», llegó a señalar el presidente castellano-manchego. En su opinión, la situación actual es «inaguantable, insoportable y quienes intentan digerirla se equivocan» porque esto, según dijo, «no se puede digerir».

El presidente de la Audiencia Provincial de Huelva y magistrado del TSJA, Joaquín Sánchez Ugena, reclamó la implantación de la cadena perpetua como condena para los miembros de la banda terrorista ETA que «matan a traición y por la espalda» y el fin de los privilegios en las cárceles para los terroristas. Por su parte, el decano de los fiscales jefes de España, José Luis García Ancos, se mostró hoy partidario de un «endurecimiento de las penas para los delitos terroristas». García Ancos explicó que «es posible la modificación de la Constitución y del Código Penal y la ciudadanía está clamando porque esto no puede seguir así».