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El último número de 'Zutabe', publicación editada por ETA, hace referencia a algunos atentados cuya autoría aún no había asumido oficialmente, como el de Ernest Lluch. ETA define al dirigente socialista como una persona «favorable a un supuesto diálogo» con el objetivo de lograr «una Euskal Herria dividida y dominada por España».

«Para ello "agrega" apostaba por estrechar lazos entre el PSOE y el PNV, para arrastrar a éste a una colaboración decidida con el Estado». ETA califica la reacción que con motivo de este asesinato se produjo en Euskal Herria de «síndrome de colonizado», y se refiere a Lluch como «miembro del Gobierno del GAL», que quiso jugar en los últimos tiempos el papel de «policía bueno».

Entre los atentados frustrados a los que hace alusión y, que encuadra en el apartado «medios de comunicación», figura el que tenía como objetivo a los periodistas Aurora Intxausti ('El País') y Juan Palomo ('Antena 3'), y el realizado contra el abogado José María Muguruza, a quien ETA relaciona con el Consejo de Administración de la editorial de 'El Diario Vasco'. En este último caso se hace constar además su condición de vicepresidente del Banco Guipuzcoano y que «como decano del colegio de abogados intentó ocultar las torturas a Fernando Elejalde». 'Zutabe' hace referencia, además, a otras «acciones armadas» llevadas a cabo en Navarra, que han sido silenciadas. La publicación dice textualmente que «ha habido acciones en Iruña, Altsasu, Zentroniko y Bakaiku, algunas consumadas y en dos ocasiones silenciadas por las fuerzas policiales».

Igualmente, trata en sus páginas el 'Acuerdo por las Libertades y contra el Terrorismo' suscrito entre PP y PSOE para combatir el terrorismo. En opinión de la banda terrorista, el objetivo principal del pacto es «conseguir que no se ponga en marcha un proceso soberanista irreversible en Euskal Herria». Según la banda armada, un proceso así pondría en riesgo dos cuestiones básicas: «el peso de España en la Europa unida se vería reducido y, al mismo tiempo, pudiera producirse un efecto dominó que cambiaría completamente la cohesión interna del Estado español».