Sindicatos y patronal tienen sólo el día de hoy para alcanzar un
acuerdo sobre la reforma laboral y nada indica que vayan a
conseguirlo. Por eso el Gobierno, por medio del vicepresidente
económico, Rodrigo Rato, les ha planteado un ultimátum, dejando
claro que está preparado para legislar unilateralmente. Sin
embargo, el Ejecutivo asegura que utilizará el trabajo realizado
por CEOE, UGT y CC OO.
La patronal culpa del fracaso de la negociación a la postura
«inmovilista» de las centrales y les empleza a mover ficha y
presentar una propuesta nueva que se negociaría contra reloj. Las
centrales han respondido acusando a CEOE de no querer acabar con la
temporalidad y manteniendo sus posiciones porque creen que lo
contrario sería reducir los derechos de los trabajadores.
EL Gobierno explicó ayer a través del ministro de Economía,
Rodrigo Rato, que confía en que sindicatos y patronal logren un
acuerdo antes de final de mes porque en caso contrario se procederá
de forma unilateral a una modernización del mercado laboral «que en
estos momentos es imprescindible».
El vicepresidente adelantó que las líneas básicas que el
Ejecutivo considera incuestionables en su propuesta de reforma
pasan por una legislación «que perfile de manera más clara la
concatenación de contratos temporales y la puesta en marcha de
incentivos a la contratación más estable». Rato justificó también
la decisión del Gobierno de proponer su propia reforma laboral al
considerar «imprescindible» la modernización del mercado de trabajo
español en estos momentos.
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