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La banda terrorista ETA acusa, en el último número de su boletín interno 'Zutabe', a los profesionales del periodismo a quien califica como «solida red de policías periodistas que mantienen el proyecto de España» y que el único pago que reciben por formar parte de esa «amenaza» es el dinero. En su boletín interno la banda terrorista hace referencia a prácticamente todos los grupos mediáticos españoles que, según ETA, apoyan «la represión».

En este mismo boletín interno, ETA confirmó que ha extorsionado al futbolista vasco-francés Bixente Lizarazu y a otros deportistas vascos por jugar con las selecciones española y francesa. Lizarazu recibió el pasado mes de diciembre en la vivienda que sus padres tienen en Hendaya (Francia) una carta en la que ETA le exigía el pago de las cantidades recibidas por su participación con la selección francesa. En la misiva, se le ofrecía a Lizarazu la posibilidad de hacer el pago a la propia ETA o aportar esas cantidades a Udalbiltza, ikastolas o determinados medios de comunicación.

Por otra parte el jefe del Gabinete de la Secretaría General de la Interpol, Miguel Chamorro, manifestó ayer que esta institución policial tiene «ciertos indicios» sobre la financiación económica de ETA procedente del tráfico de drogas. Chamorro, quien participó en el Congreso de Alumnos de Derecho Penal que desde hoy se celebra en la Universidad de Alicante, precisó en su ponencia sobre delincuencia organizada que «sólo hay indicios y no existen suficientes pruebas» sobre esta relación.

Durante su intervención desgranó algunas conexiones existentes entre bandas terroristas y el tráfico de drogas, entre las que destacó los grupos localizados en países europeos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército colombiano de Liberación Nacional (ELN). Según precisó Chamorro, estas dos organizaciones guerrilleras obtuvieron cerca de 910 millones de dólares durante el último año por este concepto. Apuntó que un millar de grupos de delincuentes procedentes de países del Este actúa fuera de sus fronteras, algunos de ellos integrados por hasta mil personas.