La Bolsa encadenó su segundo ejercicio con pérdidas al finalizar el
año con unas minusvalías del 7'82%, que se debieron a la fuerte
desaceleración económica, acentuada con los atentados terroristas
del 11-S en EE UU, y por la crisis argentina. De esta forma, en los
dos últimos años los inversores han visto como el principal índice
del mercado español, el Ibex-35, ha descendido un 27'86 por ciento,
después de que en 2000 el selectivo marcase el peor registro desde
1990 y se dejase un 21'7%.
No obstante, la Bolsa española ha cerrado el año con mejor
resultado que la mayoría de los principales mercados
internacionales, sobre todo de los europeos. Al otro lado del
Atlántico, los mercados también cerrarán el año con minusvalías,
aunque en el caso del índice de industriales de Nueva York, el Dow
Jones, serán de entorno al 6% y las del índice tecnológico, el
Nasdaq, cercanas al 20%. El Nuevo Mercado español, que es muy
sensible a la evolución del Nasdaq estadounidense, cerró el año con
un descenso del 22'45 por ciento, por lo que desde su nacimiento,
en abril de 2000, suma unas pérdidas del 73'8 por ciento, ya que el
año pasado fue el peor parado por el repliegue tecnológico tras
estallar la burbuja especulativa creada en torno a estos
valores.
El enfriamiento económico se agravó con los atentados
terroristas del 11 de septiembre en EE UU y desde entonces los
despidos y las revisiones a la baja de los resultados empresariales
han venido en fuertes oleadas. Fue entonces cuando los índices
bursátiles de todo el mundo tocaron suelo después de descender a
niveles de 1997. A esto hay que añadir el enorme peso que soporta
la Bolsa española por la crisis económica en Argentina. Con todos
estos factores en contra, la Bolsa española se ha visto forzada a
las pérdidas tras ser arrastrada por el mal comportamiento de los
principales valores del mercado y a la vez los más expuestos a
Argentina, ya que Telefónica finalizó el año con unas minusvalías
del 14'6 por ciento, Repsol YPF del 3'76 por ciento y Endesa del
3'20 por ciento. También los grandes bancos sufrieron intensamente
los avatares de Argentina.
Al finalizar el año, prácticamente la mitad de las 115 empresas
del mercado continuo finalizaron con pérdidas, en concreto 54, las
cuales fueron encabezadas por Picking Pack, que finalizó el año con
unas minusvalías del 60'1 por ciento, al tiempo que en el Ibex-35
las mayores fueron las de Prisa, del 40'34 por ciento. En el lugar
opuesto se situó Filo, que ofreció a los inversores una
revalorización del 105'08 por ciento, mientras que dentro del
selectivo el valor que más ganó fue Aceralia, un 96%.
En la última sesión bursátil, coincidiendo con los Santos
Inocentes, el Ibex-35 se resintió por Argentina y cedió un 0'44 por
ciento, pese al optimismo de las restantes Bolsas europeas. Tras el
11 de septiembre, todas las empresas turísticas se vieron
gravemente afectadas con caídas por encima del 20% en los días
inmediatamente posteriores a los atentados, tendencia que se ha
corregido parcialmente en las últimas semanas. Así, los títulos de
Iberia valen un 7'5% menos que cuando debutó en el mercado y el
próximo año iniciará la negociación en 1'10 euros. Sol Meliá cerró
el año con un recorte del 22'4%.
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