Un congreso tranquilo. Así definieron los principales dirigentes
del PP balear la participación de la delegación isleña en el
congreso nacional que se está celebrando este fin de semana en
Madrid. Se acabaron los conflictos provocados por los
compromisarios de Balears, algo habitual en cada cita congresual.
El propio Jaume Matas reconocía ayer que no recordaba «nada igual»
sobre el papel jugado por la delegación de Balears en el congreso
nacional. Matas se acordaba del incidente del año 96 cuando dos
delegados del PP balear "Carlos Cañellas y Pilar Ferrer" fueron los
únicos que suspendieron la gestión de Aznar. El congreso del año 99
estuvo marcado por las disputas preelectorales, especialmente de
menorquines y pitiusos. Durante estos días, en cambio, los
delegados sólo hablan de las enmiendas que han conseguido
introducir a las distintas ponencias.
«Estoy muy satisfecho del trabajo de los compromisarios y del
espíritu de colaboración. Es muy importante la fuerza que tiene
ahora el PP balear en la dirección nacional, el peso de nuestra
delegación; supongo que el hecho de tener un ministro mallorquín
tendrá algo que ver», subrayó el presidente del PP balear, quien ha
encabezado una delegación de 60 compromisarios.
De las 57 enmiendas presentadas por el PP balear, la dirección
nacional ha aceptado 52. «Estoy muy satisfecho. El hecho de que la
dirección nacional haya aceptado el concepto de patriotismo
estatutario, aunque no el término, es muy importante para
nosotros», comentaba Jaume Font, el encargado de defender las
enmiendas a la ponencia del patriotismo constitucional. Font
consiguió introducir siete de las nueve enmiendas presentadas a la
ponencia elaborada por Piqué y María San Gil.
En las enmiendas se consigue aclarar y destacar el papel de las
autonomías, de las distintas nacionalidades, e incluso de las
lenguas que se hablan en el territorio español. El concepto de
patriotismo estatutario queda reflejado en el artículo seis de la
ponencia. En concreto, la enmienda del PP balear aclara que «no
podemos defender la Constitución ignorando lo que emana de ella,
los estatutos de autonomía». «Debemos estar orgullosos de lo que
hemos hecho, y agradecer la postura que ha mantenido Josep Piqué»,
destacó Font.
En la ponencia de la España del siglo XXI, Rosa Estarás
consiguió introducir las 15 enmiendas planteadas por la delegación
balear. Las propuestas plantean, entre otras cosas, que se
incrementen las competencias de los ayuntamientos, que el Senado se
convierta en la cámara territorial sin necesidad de cambiar la
Constitución, además de reivindicar a nivel estatal el hecho
insular. El PP balear también apoya una enmienda para que se
modifique la ley que no permite nacionalizarse a aquellos
emigrantes de más de 21 años cuyas madres son españolas, una medida
que beneficiaría a muchos descendientes de Balears. En la ponencia
de la España de las oportunidades, el PP balear introdujo 8 de sus
10 enmiendas, defendidas por Maria Antònia Carrasco.
En la ponencia de estatutos, Mabel Cabrer introdujo durante el
debate 22 de las 23 enmiendas del PP balear. En una de ellas se
plantea al necesidad de que la dirección nacional adapte su
organigrama al hecho insular, considerándose isla como «ámbito
organizativo necesario, de conformidad con lo que establecen los
reglamentos de organización territorial». Los delegados de Balears
regresarán hoy a sus respectivas islas.
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