Entre 4.000 y 5.000 gibraltareños se concentraron para protestar por el acercamiento de las posturas.

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OTR/PRESS-LONDRES Tras la tercera reunión entre los ministros de Asuntos Exteriores de Reino Unido y España, Jack Straw y Josep Piqué, para estudiar el conflicto de Gibraltar, ambos gobiernos mantienen el verano como límite para alcanzar un acuerdo sobre el Peñón. La declaración institucional aprobada es una nueva invitación al ministro principal gibraltareño, Peter Caruana, para que se sume a las negociaciones. Preguntado sobre la posibilidad de que el Reino Unido acepte la co-soberanía del Peñón, Jack Straw, dijo: «Estamos muy lejos de eso por el momento... Todavía no hemos llegado al punto en que hayamos acordado propuestas concretas» con Madrid.

Según la declaración institucional aprobada, la reunión, celebrada en un ambiente «de amistad y entendimiento», ha servido para reforzar los compromisos adquiridos en las reuniones previas de Londres y Barcelona y para que el acuerdo global esté cerrado «antes del verano», y que sirva para zanjar todas las diferencias en «los asuntos pendientes de cooperación y soberanía». Nuevamente, Londres y Madrid invitaron a Peter Caruana a que se sume al proceso de negociación. «Confirmamos que el ministro principal está calurosamente invitado a participar bajo la fórmula de 'dos banderas, tres voces', con voz propia y diferenciada dentro de la delegación británica», señala el texto. Caruana rechazó participar en el 'Proceso de Bruselas' mientras no fuera con voz y voto. «Invitaremos al Gobierno de Gibraltar a desarrollar con nosotros las ideas pertinentes», señala el texto.

La cooperación sobre Gibraltar sigue siendo el principal objetivo de España y Reino Unido. Con este fin, Piqué explicó los trámites que están llevando a cabo para asignar 70.000 números de teléfono adicionales para el Peñón. Según dijo el ministro español en la reunión, en lo que se refiere a las responsabilidades técnicas del Gobierno español, están operativos. Ambos países se han comprometido a iniciar conversaciones de forma inmediata para evaluar esta situación. De la misma forma, la nueva reunión Piqué-Straw sirvió para abordar el tema de las pensiones. Madrid y Londres se han comprometido a intensificar los esfuerzos para encontrar una «rápida solución coherente» a este punto con las autoridades públicas implicadas que tengan responsabilidades en el mismo.

Ambos gobiernos siguen comprometidos a garantizar a Gibraltar el respeto a «su modo de vida y sus tradiciones» para que puedan «gozar de un mayor autogobierno interno, aumentar su prosperidad y recoger los beneficios de una cooperación armoniosa en todos los terrenos». «Nuestra intención es que el acuerdo global que perseguimos ofrezca el mejor marco para un Gibraltar más seguro, estable y próspero», concluye. Desde el PSOE, la secretaria de Relaciones Internacionales, Trinidad Jiménez, pidió al Gobierno que incluya la negociación sobre la soberanía de Gibraltar en «los grandes acuerdos de Estado». «Me parecería inconcebible que el Gobierno no contara con el PSOE en la negociación de este tipo de acontecimientos de una enorme trascendencia».

«Gibraltar ni se compra ni se vende»
Entre 4.000 y 5.000 gibraltareños se concentraron ayer en la verja para protestar por el acercamiento de las posturas de España y Reino Unido en el proceso de diálogo emprendido entre ambos países para dar salida al contencioso sobre el Peñón. En la concentración, convocada por el líder de la oposición gibraltareña, el laborista Joe Bossano, el que fuera ministro principal de Gibraltar, dirigió unas palabras a los manifestantes. Éstos portaban pancartas en las que se leía «Gibraltar, español nunca más», o «Gibraltar ni se compra ni se vende».