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El Producto Interior Bruto (PIB) creció el 2'8 por ciento en el 2001, 1'3 puntos menos que en el 2000, según los datos de la Contabilidad Nacional difundidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El avance del PIB en el 2001 es dos décimas inferior al previsto por el Gobierno, y el menor crecimiento anual de la economía española desde 1996. La actividad económica del cuarto trimestre continua la tendencia de desaceleración iniciada en el 2000 que ha hecho que en el primer trimestre el PIB creciera el 3'2%, en el segundo el 2'9, en el tercero el 2'6 y en el cuarto el 2'4%. Según el INE, el PIB del 2001 «confirma el final de la fase expansiva del actual ciclo de la economía española» y «duplica al esperado para los países de la zona euro», lo que propicia «un acercamiento a sus socios comunitarios».

La desfavorable situación internacional hizo que la demanda externa haya aportado una décima negativa al PIB. El gasto en consumo final de los hogares creció el 2'7%, derivado del menor incremento de su renta disponible, mientras que la tasa de ahorro continua en el 12%. El gasto en consumo final de las administraciones públicas creció un 3'1 por ciento, nueve décimas menos que en el 2000. Desde la óptica de la oferta también se registró la desaceleración económica en todas la ramas, de modo que la agraria y pesquera descendió el 0'3 por ciento, las energéticas aumentaron un 2'2 por ciento y las industriales, un 1'1 por ciento, mientras que las de servicios avanzaron el 3'3 por ciento.

El pasado año el empleo también se desaceleró y creció un 2'4 por ciento, lo que supuso la creación de 366.000 puestos de trabajo a tiempo completo, y la remuneración media por asalariado aumentó un 4'3 por ciento. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, opinó que estos datos avalan la previsión de crecimiento económico para el 2002 (2'4 por ciento) y reflejan «un balance muy positivo» en un año «muy difícil», agravado por los atentados del 11 de septiembre. Se congratuló de que, «por primera vez en su historia», la economía española «haya demostrado un comportamiento diferencial positivo», recortando la distancia de convergencia con los países más avanzados de la UE y alcanzando un diferencial positivo del 1'1 por ciento frente al 0'7 por ciento del 2000.

El Ejecutivo asegura que la actividad ha tocado suelo y advierte del riesgo del incremento de la remuneración por asalariado que ha crecido un 4'3%. Desde el PSOE, Jordi Sevilla advirtió de que los datos del PIB indican que «la crisis es mucho más profunda de lo que el Gobierno admite» y que «no hay atisbos de recuperación». UGT por su parte consideró que la «obsesión» del Gobierno por alcanzar el «déficit cero» ha dado como resultado un menor crecimiento económico y menos empleo.