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La inflación subyacente "excluye los precios de los alimentos frescos y de los productos energéticos" descendió el 0'5% y situó el crecimiento de los últimos doce meses en un preocupante 3'6%. Esta es la primera vez que el IPC incluye, entre otros cambios, las rebajas, lo que explica el descenso de los precios en enero. Según el INE, el IPC de enero estuvo protagonizado por el abaratamiento del vestido (8%), calzado (5'2), textiles (3'7) y la carne de ovino (9'3%). Los encarecimientos que más pesaron fueron los de las legumbres y hortalizas (4'2 por ciento), pescado (1'1 por ciento), pan (1 por ciento), gasolinas (1'9 por ciento), restaurantes, bares y cafeterías (0'4 por ciento), gas (1 por ciento), servicios médicos (2'4 por ciento), teléfono (1'2 por ciento) y transporte público (4'2 por ciento).

Según el INE el IPC armonizado disminuyó el 0'2% en enero y situó en el 3'1% su tasa interanual. En enero y siguiendo las recomendaciones de la oficina europea de estadística (Eurostat), el INE introdujo importantes cambios en el IPC. Así, el 1 de enero entró en vigor la segunda fase de actualización del IPC, que supuso el aumento de los productos de la cesta de la compra, la revisión de sus ponderaciones, el aumento de la muestra de municipios y establecimientos y la incorporación de las rebajas. Tras conocer estos datos, el Ministerio de Economía consideró que aunque las rebajas causaron un descenso del IPC de enero, no influirán en la tasa interanual de inflación.

Así, el Gobierno prevé que la tasa de inflación se sitúe en el 2'5% en el primer semestre de este año y que el diferencial de precios con la media de la UM se sitúe, en 0'6 puntos en enero frente a los 0'8 puntos de diciembre. El ministro Rodrigo Rato rechazó las acusaciones y negó que se hayan manipulado los datos. El secretario de Estado de Economía, José Folgado, destacó que el incremento en cuatro décimas de la inflación interanual es inferior a lo previsto por los expertos y la reducción del diferencial con la UE que calificó de «esencial» para la competitividad de la economía española. También negó que la puesta en circulación del euro haya tenido un «impacto significativo» sobre los precios.

Tanto los partidos de la oposición, como los sindicatos y asociaciones de consumidores creen que los precios están descontrolados, al tiempo que tildan de increible y de burla el resultado del nuevo método de medición de evolución de los precios. Las principales organizaciones de consumidores y usuarios aseguraron que la bajada del IPC «no refleja la realidad». El responsable de Economía del PSOE, Jordi Sevilla, pidió al INE que explique «la magia» que hace bajar la inflación cuando los ciudadanos sienten que suben los precios y cuando la inflación interanual pasa del 2'7 al 3'1%.

IU acusó al Gobierno de cambiar las reglas del juego «para ocultar la realidad», y aseguró que los «ciudadanos» no se creen la bajada de la inflación. La Bolsa también acogió con incredulidad el dato, ya que los analistas esperaban una mayor subida, y marcó un nuevo mínimo anual al bajar un 0'79 por ciento, al que también «ayudó» la caída de un 0'8% registrada por Telefónica.