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La Guardia Civil detuvo ayer en Navarra al presunto colaborador del 'comando Nafarroa' de ETA, desarticulado el jueves, Arturo Férnandez Garcés. Esta detención se suma a la realizada horas antes en Castellón, donde fueron detenidos Miguel Soto Nolasco (candidato de EH en las elecciones municipales de 1999) y Ainara Gorostiaga Escubi. Precisamente, el juez de la Audiencia Guillermo Ruiz de Polanco decretó ayer prisión incondicional para los tres integrantes del comando detenidos el jueves. Ayer tarde, la Guardia Civil detenía a Arturo Fernández Garcés, otro de los presuntos colaboradores del último comando desarticulado en Navarra. El presunto colaborador estaba siendo buscado por la Benemérita y fue arrestado en la zona de Zuasti.

En cuanto a las dos detenciones practicadas en Castellón, se produjeron a la salida del centro penitenciario de la localidad de La Plana, donde los dos etarras, «colaboradores muy activos de ETA» en palabras del ministro del Interior, Mariano Rajoy, acudieron desde Pamplona para visitar al preso Fermín Ventura Pérez, encarcelado en 1989 por su pertenencia al 'comando Chalupa'. Así, Soto Nolasco fue arrestado sobre las 19.45 horas cuando se disponía a abandonar el parking de la prisión en un coche y Gorostiaga Escubi fue detenida sobre las 20.50 horas cuando salía de la prisión, después de hablar con el interno. La Guardia Civil, había registrado el domicilio donde residen Soto y Gorostiaga ubicado en la calle de los Descalzos, en el Casco Viejo de Pamplona, pero éstos ya se encontraban alojados en Castellón, desde el pasado sábado.

En el piso los agentes encontraron abundante documentación entre la que figuran números de matrículas e información sobre policías, cargos públicos y atoridades judiciales. La investigación cree que Soto ha participado en «algún delito de sangre», si bien no con el ´comando Nafarroa´, sino como liberado en otros grupos. El presunto etarra fue miembro de Jarrai en 1996 y se presentó como candidato por la coalición Euskal Herritarrok en las elecciones municipales de 1999, aunque no resultó elegido. Las Fuerzas de Seguridad le atribuyen su participación en varios actos de desobediencia civil y alteraciones del orden público. Los dos están relacionados con la desarticulación del ´comando Nafarroa´ practicada por la Guardia Civil el pasado jueves. Precisamente, Ibai y Miguel Ayensa y Francisco Ruiz Romero, los tres presuntos etarras detenidos en esta operación, fueron encarcelados ayer por el juez.

En su declaración ante el magistrado, Miguel Ayensa reconoció su pertenencia a ETA y afirmó que seguirá siendo de la banda armada «hasta la muerte». Además, ratificó la declaración que hizo ante la Guardia Civil, en la que reconoció su participación en los asesinatos del concejal de UPN en Pamplona Tomás Caballero en 1998 y del subteniente del Ejército Francisco Casanova, en 2000. En el primero de los dos asesinatos, su tarea fue recopilar la información para cometer el atentado, mientras que en el segundo, fue él quien asesinó a Casanova disparándole tres veces en la nuca. También reconoció que participó en el atentado contra el miembro de UPN Evelio Gil, en octubre del año 2000, colocando él personalmente la bomba-lapa en el coche del parlamentario foral.