TW
0
OTR/PRESS-SAN SEBASTIÀN Una vez más, miles de ciudadanos vascos recorrieron ayer las calles de un municipio de Euskadi para condenar el terrorismo de ETA, para repudiar sus atentados. En este caso, Orio vivió la manifestación de repulsa del asesinato del concejal socialista, Juan Priede. El manifiesto leído al final de la marcha advierte a ETA que no permitirá su victoria, que no se dejarán aniquilar, y en el que pide a «quienes callan» que hablen contra el mundo etarra.

La cabecera de la manifestación estuvo formada por el secretario general del PSOE, Rodríguez Zapatero; el lehendakari vasco Ibarretxe; el presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa; el diputado general de Guipúzcoa, Román Sudupe; la alcaldesa de Orio, Mirari Arruabarrena; y, en representación del Gobierno, el ministro de Administraciones Públicas, Jesús Posada.

Los representantes de los partidos políticos, salvo Rodríguez Zapatero, dado que la víctima de ETA era socialista, quedaron en segunda fila, lo que generó malestar en el PP. Los populares lamentan que nadie haya consultado con ellos esta decisión, que comunicó al presidente del partido, Carlos Iturgáiz, la secretaría del lehendakari. Además, desde el PP se apunta que ellos no han puesto reparos a que el resto de partidos comparta la cabecera cuando el asesinado fue de su partido. El manifiesto de condena lo leyeron el secretario general del PSE en Guipúzcoa, Manuel Huertas, y la propia alcaldesa del municipio guipuzcoano en el que se desarrolló la marcha. Mirari Arruabarrena aseguró que el terror de ETA y su terror no podrá con la voluntad de los ciudadanos vascos, que «la vida de la que ayer privaron a Juan es la libertad de todos». Pero, además, la alcaldesa aseguró que «quienes callan, deben hablar». «Juan era una muestra de la pluralidad de la sociedad vasca. No le han respetado», añadió, ETA no ha respetado las ideas del socialista asesinado. Pese a todo, Arruabarrena advirtió que «nadie va a imponer a los vascos y a los oriotarras lo que quieren ser».