El Primero de Mayo, día del trabajador, ha estado marcado en España
por la ruptura del diálogo entre los sindicatos y el Gobierno por
el paquete de reformas de las prestaciones por desempleo que planea
aplicar el Ejecutivo. Los líderes sindicales han denunciado la
expropiación de derechos que busca el Gobierno y destacado su
unidad ante la dura confrontación social que se avecina. La oferta
de diálogo que ha reiterado el ministro de Trabajo, Juan Carlos
Aparicio, ha obtenido como respuesta la negativa de los sindicatos
que no negociarán hasta que se retire el proyecto de reforma. CC OO
y UGT han celebrado 75 manifestaciones conjuntas por todo el país
para reivindicar la mejora de la protección al desempleo.
La amenaza de huelga general sigue adelante. José María Fidalgo
y Cándido Méndez, máximos dirigentes de CC OO y UGT, reiteraron
ayer que no es posible mantener negociaciones con el Gobierno sobre
la reforma del sistema de protección por desempleo si el Ejecutivo
no retira todas las medidas de su propuesta. Una negativa que
hacían pública antes de iniciar la manifestación del 1 de Mayo en
Madrid con el lema «Mejora de la protección por desempleo ¡Ya!».
Junto a esta, se mezclaron otras reivindicaciones como el pleno
empleo, de calidad y con derechos y, «contra las intenciones del
Gobierno de privar de derechos y de protección económica a las
personas en paro», según un manifiesto de CC OO. En Madrid, cabeza
de las 75 manifestaciones que se han celebrado en todo el país, se
dieron cita decenas de miles de personas, 70.000 según los
convocantes.
Los dirigentes sindicales volvieron a exigir al Ejecutivo que
retire su proyecto de reforma, bajo la amenaza de una huelga
general de la que no terminan de hablar abiertamente. Sí lo
hicieron, por el contrario, los secretarios generales de CC OO y
UGT de Madrid, Javier López y José Ricardo Martínez, cuyas
intervenciones en la tribuna de la Puerta del Sol precedieron a las
de Fidalgo y Méndez. «Habrá huelga general si no retiran su
propuesta de reforma. Será inevitable si este Gobierno renuncia a
poner en marcha un diálogo inmediato para hablar de pleno empleo y
retira su documento», señaló Javier López. Sus palabras fueron
avaladas por su homólogo de UGT, José Ricardo Martínez, quien
advirtió al Ejecutivo, entre los aplausos de los asistentes, de que
o retira el proyecto «o nos encontrará en una huelga general».
Fidalgo empezó su discurso recordando al presidente del
Gobierno, José María Aznar, que se enfrenta a la «confrontación más
fuerte» que ha tenido nunca con el movimiento sindical, ya que,
según subrayó, pretende imponer «recortes durísimos» a los derechos
sociales y un paquete de medidas «injusto e injustificable» ante el
que no cabe la negociación. Si el Ejecutivo no accede a retirar su
proyecto, los dirigentes sindicales advirtieron de que propondrán a
la dirección el próximo 23 de mayo la convocatoria de una huelga
general. Por su parte, Méndez aseguró que el Gobierno quiere
imponer la «expropiación» de los derechos de los desempleados para
disponer de ellos «arbitrariamente», así como el abaratamiento del
despido con su propuesta de suprimir los salarios de
tramitación.
Por su parte, el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Juan
Carlos Aparicio, volvió ayer a realizar una oferta de diálogo a los
sindicatos para alcanzar un acuerdo en la reforma del sistema de
prestaciones por desempleo. Afirmó que este diálogo se debe
realizar «con papeles sobre la mesa», como la propuesta realizada
por parte del Gobierno de la que todavía no han recibido «ninguna
propuesta alternativa» desde los sindicatos. Aparicio indicó que la
propuesta del Gobierno «no es un documento cerrado», sino que
«puede haber aspectos mejorables o aspectos a convenir» con los
agentes sociales. Calificó a su propuesta como «razonable» porque
supone el «mantenimiento del gasto del desempleo y también la
preservación de los derechos» de los trabajadores.
Más de 300.000 personas participan en las calles de toda
España
Unas 330.000 personas, según datos de CC.OO. y UGT, participaron en
la jornada de ayer en las más de 75 manifestaciones unitarias
convocadas por ambas centrales para reclamar mejoras en el sistema
de protección por desempleo y rechazar la reforma del paro
presentada por el Gobierno. Los manifestaciones más numerosas han
sido las de Madrid, con 70.000 asistentes, Barcelona (50.000),
Andalucía (50.000), Valencia (30.000) y Extremadura (15.000). La
asistencia a los actos organizados por CC.OO. y UGT ha sido mayor
que la registrada el año pasado, en concreto, 100.000 personas más
han acudido al llamamiento de los sindicatos, en un clima en la que
la palabra más pronunciada ha sido la de «huelga general».
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