Diez coches se vieron afectados por la explosión del artefacto colocado por ETA.

TW
0

ETA hizo estallar ayer en Madrid dos coches bomba, en una jornada en la que además de celebrarse la Fiesta del Trabajo se disputa en la capital un partido de fútbol histórico en el estadio Santiago Bernabéu, en cuyas inmediaciones la banda terrorista hizo explosionar el primero de ellos. Poco antes de las cinco de la tarde, cuatro horas antes del inicio del partido Real Madrid-Barcelona, estalló el primer coche bomba cerca del estadio, que provocó una gran columna de humo. La policía en ese momento tenía acordonada la zona, ya que había sido alertada de una llamada al diario Gara, efectuada 25 minutos antes, en la que se advertía de su colocación, y de otra similar, a las 16:20 horas, al servicio de emergencias de la Comunidad de Madrid 112.

En esa última llamada, un hombre que dijo hablar en nombre de ETA avisó de que un vehículo iba a estallar en esa zona a las 17:00 horas, aunque la explosión se produjo cinco minutos antes de lo indicado. A los agentes que se encontraban en el lugar, en la confluencia de las calles General Perón y el Paseo de La Castellana, en los bajos de la Torre Europa, no les dio tiempo a hacer estallar de forma controlada el vehículo. A las 16.55 horas, ETA hacía estallar mediante un sistema de temporizador el coche-bomba que tenía, al parecer, 20 kilos de cloratita o dinamita. Dos policías nacionales resultaron heridos leves.

Diecinueve personas -según el Samur-Protección Civil- fueron asistidas de cortes provocados por cristales, esquirlas y crisis de ansiedad por los servicios sanitarios de emergencia, que instalaron un hospital de campaña en la zona, aunque ninguna requirió traslado hospitalario. La explosión afectó a diez coches aunque no ocasionó daños materiales de gran importancia, únicamente la rotura de cristales en el edificio de la Torre de Europa y destrozos más graves en la entrada de la sucursal de Caja Madrid que está frente a donde se produjo la explosión.

En las inmediaciones del estadio Santiago Bernabéu, en el que a las 20.45 horas se inició el partido de vuelta de la semifinal de la Copa de Europa entre el Real Madrid y el Barcelona -hacía 42 años que no se enfrentaban en un encuentro de estas característicasse encontraban, a la hora de la explosión, un gran número de seguidores madridistas. Entre ellos, había un centenar de aficionados radicales del grupo ultrasur que lanzaron objetos a los agentes de la policía, lo que motivo que éstos realizaran una carga, incidentes en los que resultó herido una periodista de televisión.

Sobre las cinco y media de la tarde, los terroristas hicieron estallar el coche en el que huyeron, a la altura del número 102 de la calle de Embajadores. Era un Ford Escort blanco que tenía un kilo de explosivo bajo el asiento del conductor. Las dos acciones terroristas registradas ayer en Madrid hacen pensar, según declaró en el lugar de la primera explosión el delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Francisco Javier Ansuátegui, que existe en la capital una cierta estructura de ETA, aunque no puede afirmarse que haya un comando.

Estos atentados mediante coche bomba suponen la decimotercera acción terrorista con este método en la capital desde el final de la tregua. Los dos vehículos al parecer fueron robados y tenían las matrículas dobladas. Al menos el primero fue sustraído el pasado 28 de marzo y fue denunciado en la comisaría de La Latina. El segundo coche bomba se trataría, según las citadas fuentes, del vehículo en el que huyeron los terroristas tras la colocación del primero, aunque no se ha podido determinar por el momento su procedencia, ya que la matrícula y el bastidor quedaron destrozados. Los vecinos de la calle Embajadores veían por televisión las informaciones sobre la explosión que se había producido en las inmediaciones del Santiago Bernabéu cuando escucharon el impacto del segundo coche-bomba. «Estuve cinco minutos sin poder moverme, después me asomé a la ventana y me quedé petrificada. No nos lo podemos creer, en un día como hoy», relató una vecina.