TW
0
OTR/PRESS-GIBRALTAR El ministro británico de Asuntos Exteriores, Jack Straw, ha comenzado su visita a Gibraltar intentando ganarse el favor de los habitantes del Peñón. En un artículo que publicaba el 'Gibraltar Chronicle', aseguró que no se modificará el status quo de la Roca sin el consentimiento de sus ciudadanos. Sin embargo, las buenas palabras de Straw no evitaron que fuera recibido entre abucheos y gritos.

«Nada cambiará a menos que vosotros estéis de acuerdo», aseguró Straw a los ciudadanos de Gibraltar. «Si después de un periodo de consideración y debate, Gibraltar rechaza un acuerdo en esos términos, entonces, estaremos con vosotros».

Aunque recordó que mantener el estado actual de Gibraltar no es una «opción realista» y aseguró que la presente es una ocasión para alcanzar una situación «moderna y duradera», anunció que no hará «ningún anuncio sorpresa durante su visita» porque «no se ha alcanzado un acuerdo con España». Straw también aseguró, quizá en respuesta a las palabras de José María Aznar acerca de que España no renunciará nunca a la soberanía completa sobre Gibraltar, que Londres no aceptará «jamás» que se «restrinja» el derecho de los ciudadanos del Peñón a la ciudadanía británica ni tampoco el final de la presencia británica.

Tal y como se temía Straw, no fue recibido «con los brazos abiertos». Unos 1.500 ciudadanos le recibieron en el aeropuerto increpándole, lanzándole gritos y abucheos, algo por lo que Straw dijo no sentirse sorprendido, por una negociación en la que el Gobierno local no está participando por decisión propia.

Tras mantener un encuentro con el ministro principal del Peñón, Peter Caruana, Straw justificó su visita al asegurar que siempre es bueno explicar de primera mano las negociaciones. Caruana, en cambio, aseguró que a Londres «le importa tres pitos lo que digan los gibraltareños». «Este señor dice que viene a oír, y lo que oirá es que el pueblo de Gibraltar no quiere que haga nada de lo que piensa hacer».