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ETA estaba preparando en Francia una nueva campaña de atentados terroristas contra enclaves turísticos de la costa española. Cuatro de los cinco etarras detenidos la pasada semana en Francia iban a formar dos 'bikotes' (comandos por parejas) para atentar en verano contra edificios que ya tenían elegidos. El ministro del Interior, Mariano Rajoy, explicó ayer que los terroristas disponían ya de los pisos alquilados donde esconderse y tenían previstas las fechas de los atentados.

El vicepresidente primero del Gobierno aseguró que los dos 'bikotes' iban a entrar en España en mayo para comenzar a atentar contra objetivos que ya tenían trabajados y que consistían en edificios de enclaves turísticos en los que ya tenían alquilados diversos pisos para esconderse una vez efectuados los atentados. El titular de Interior no quiso desvelar por razones de seguridad los lugares donde pretendían actuar los etarras ni los pisos alquilados que tenían, aunque fuentes de la lucha antiterrorista precisaron que se trataría de localidades turísticas, ya que la banda quería llevar a cabo una nueva campaña de verano.

Entre la documentación encontrada por la policía francesa ha aparecido una relación muy amplia de objetivos, tal y como explicó Mariano Rajoy «no eran personas, sino edificios», incluso tenían ya fechas previstas para cometer los atentados en varias localidades. En su opinión, el objetivo de los etarras era «crear el caos y la alarma social». Los terroristas pretendían actuar de la misma forma que lo hicieron durante el verano pasado. Para ello iban a formar dos comandos por parejas, denominados 'bikotes' por la banda. Así, de los cinco detenidos, el único que no iba a formar parte de estos grupos era el dirigente Javier Abaunza, considerado por la investigación como el número tres de ETA y uno de los 21 nombres incluidos en la lista de terroristas de la UE.

El resto de los detenidos Manex Zubiaga, Lexuri Gallastegi, Anartz Oyarzabal y Angel López, serían los encargados de llevar a cabo la campaña de atentados. Precisamente, Anartz Oyarzabal ya participó el pasado verano en la oleada de atentados contra enclaves turísticos. Por aquel entonces formaba 'bikote' con su pareja sentimental, Olaia Castresana, la etarra que murió en Torrevieja al explotarle el explosivo que manipulaba en un apartamento cuando preparaba uno de los atentados de la campaña veraniega de la banda.

Oyarzabal huyó entonces en un vehículo que la Guardia Civil localizó el 1 de agosto en el pueblo navarro de Aoiz, aunque tuvo tiempo de mandar una esquela de su compañera a diarios abertzales. La Guardia Civil, tras descubrir la existencia de este comando itinerante, registró el domicilio de la pareja en San Sebastián incautandose de dos pistolas, 14 kilos de dinamita y dispositivos para la activación de coches bomba.