Zapatero se comprometió en Aguilar ante el comité de empresa de Fontaneda a presionar para evitar el cierre.

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EUROPA PRESS-PALENCIA Zapatero, que clausuró ayer el VIII Congreso de las Juventudes Socialistas de Castilla y León, aludió a la «desconfianza» del Gobierno «en todo lo que les rodea y en ellos mismos» como razón para explicar que el Ejecutivo haya llevado a cabo sin consenso la ley de calidad, la de protección para el desempleo, así como la ley de extranjería y la de partidos políticos.

«Tenemos un Gobierno que no confía en casi nadie, que quiere sacar adelante una ley de calidad sin contar con los estudiantes y padres, que quiere acometer una reforma del desempleo sin contar con los trabajadores y los sindicatos, y que ha querido que esperemos para acometer una ley de partidos políticos sin contar con todos los partidos», añadió Zapatero, quien dijo que así «no se construye una sociedad de futuro».

El líder socialista comenzó criticando la Ley de Calidad de la Enseñanza, con la que, en su opinión, el Gobierno está haciendo una enseñanza «buena para los buenos, que deja en la cuneta a los que necesitan más esfuerzo y más ayuda». En este sentido, aseguró que con esta norma «habrá menos niños con LOGSE, menos chicos con bachillerato y menos universitarios». «Lo que vamos a conseguir es una educación menos culta y menos preparada», añadió.

Zapatero aseguró que si se cuenta con «una mayoría de progreso con toda la izquierda detrás», el PSOE derogará la LOU y la ley de calidad, y dijo que cuando su partido gobierne construirá una nueva ley contando con todos los agentes sociales y con la sociedad porque, según dijo, ese «es el único camino».

El secretario general del PSOE también criticó la política de empleo llevada a cabo por el Ejecutivo y su unilateralidad a la hora de acometer la reforma del paro. «Es muy complicado que los jóvenes y las mujeres accedan a un empleo, y los que lo logran llegan a un empleo indigno y precario; a eso yo digo no y lo dirá también la sociedad en las urnas», añadió.

Otro de los puntos en los que Zapatero centró sus críticas al Gobierno fue la inmigración. El líder socialista hizo referencia al «fracaso estrepitoso» que, en su opinión, ha supuesto la ley de extranjería, y criticó la «incapacidad» del Ejecutivo para hacer «un discurso de valores». «En los años en los que estamos debemos hacer un esfuerzo para integrar a todos los que vengan», señaló.