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José María Aznar, presidente del Gobierno, afirma que «no existe ninguna justificación» para la convocatoria de una huelga general, y recuerda que hace dos años, «antes de formarse este Gobierno», hubo quien (en alusión al PSOE) pidió que se convocara «y cabe pensar si es que se quería conseguir por otras vías, lo que no se consiguió en las urnas». Aznar, en una entrevista concedida a la Agencia Efe, considera que el balance de estos dos últimos años de gobierno «es razonablemente positivo», y que «hay tres millones de personas que antes no trabajaban y que ahora trabajan», por lo que «no existe «ninguna justificación» para la convocatoria del paro general.

«Un partido democrático, en una posición responsable, no puede, en ningún caso, nunca, ni justificar ni apoyar semejante convocatoria», reitera Aznar, «y si lo hace creo que comete un gravísimo error». Respecto a la utilización del Real Decreto Ley para la reforma del sistema de protección del desempleo, el presidente del Gobierno recordó que durante dos meses se estuvo proponiendo a los sindicatos «un texto sobre el que en ningún momento han querido hablar. La decisión sólo podía ser retirar la reforma o aprobarla».

«Estamos tan convencidos de su necesidad -dijo Aznar- que hemos decidido llevarla adelante. En cuanto a la fórmula jurídica adoptada, tengo que recordar que es la que siempre se ha utilizado para reformas de esta naturaleza y así evitar efectos perniciosos e inseguridad sobre el mercado laboral». Preguntado sobre la eventual influencia de los últimos datos económicos en la convocatoria, el presidente del Gobierno afirmó que hay una menor creación de empleo que en años anteriores porque, dijo, hay un menor crecimiento económico. «Pero en ningún caso -puntualizó- se puede decir que exista en este momento una situación de crisis económica en España».

En el ámbito de política interior, Aznar se refirió a la Ley de Partidos, de la que afirmó que «se trata de no dar ningún tipo de oportunidad al terror, al terrorismo, en ningún tipo de sus versiones». «Queremos -dijo- desde el Estado de Derecho salvaguardar a nuestro país y a nuestros ciudadanos de cualquier amenaza terrorista. Eso es la ley de partidos». Para Aznar, «una cosa es ilegalizar una organización y otra que alguien que en este momento tiene una representación parlamentaria no la vaya a seguir teniendo, no vaya a tener su escaño en el Parlamento Vasco». «Lo tendrá», prosiguió, «pero nunca en representación de una organización que ampara el terrorismo, y tampoco podrá acudir a las próximas elecciones bajo las siglas de ese partido, ni con partidos que amparan el terrorismo».