Las recientes operaciones policiales no han impedido que ETA dé
comienzo a su particular campaña de verano. La banda terrorista
hizo explotar hoy un coche bomba en la localidad malagueña de
Fuengirola, causando seis heridos, uno de ellos de carácter muy
grave. Pocas horas después, alrededor de las 13.00 horas, explotó
un segundo coche bomba, en esta ocasión en Marbella.
El vicepresidente primero y ministro del Interior, Mariano
Rajoy, teme nuevos atentados y cree que «no hay que descartar» que
ETA continúe atentando contra los intereses turísticos
españoles.
La primera explosión se produjo a las 7.03 horas, en la calle
Heroes de Bales de Fuengirola, a la altura del Hotel Las Pirámides.
El vehículo que utilizó ETA fue un Peugeot 206 de color gris robado
en Málaga el pasado día 19. Los terroristas cambiaron las
matrículas del vehículo y lo cargaron con entre 30 y 40 kilos de
cloratita reforzada con dinamita, según las primeras estimaciones.
El peso del explosivo había hundido la parte trasera del coche.
Unos 45 minutos antes, un hombre avisó a la DYA de San Sebastián de
la colocación del vehículo en nombre de la banda terrorista ETA,
aunque dio un nombre de calle que no correspondía con el lugar en
que se encontraba el vehículo.
El delegado del Gobierno en Andalucía, José Torres Hurtado,
lamentó tan «escaso» margen de tiempo, aunque aseguró que fue
suficiente para «desalojar el hotel, cortar la vía y evitar así
víctimas mortales». No hubo tanta suerte con los heridos, ya que la
explosión causó seis, de los cuales tres fueron trasladados al
Hospital Costa del Sol de Marbella.
Un hombre de 33 años y de nacionalidad británica de pronóstico
grave tuvo que ser operado de una herida inciso contusa en el tórax
izquierda por fragmentos de metralla que le afectan al pulmón, al
diafragma y al brazo. En el mismo centro atendieron a un matrimonio
español, de 44 y 47 años, con heridas en las piernas, y tres
menores, dos de ellos británicos y el otro marroquí.
El segundo coche bomba estalló sobre las 13.00 horas. Los
terroristas, como en el primer atentado, avisaron con unos 20
minutos de antelación también a la DYA de San Sebastián, lo que
permitió que no se produjeran heridos. El vehículo, un Renault 19
de color gris, estaba estacionado en la calle Rubinstein, en el
centro de la localidad malagueña. La explosión afectó a cinco
vehículos que estaban estacionados en la zona. Este segundo
atentado se produjo también en la cercanía de centros hoteleros. En
los alrededores se encuentran el Hotel Don Pepe y el Sultán. El
alcalde de la localidad, Julián Muñoz, se mostró aliviado, ya que
los daños de la onda expansiva han sido menores que en el primer
atentado gracias a que se ha producido en una calle muy ancha.
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