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La Ertzaintza desactivó en la madrugada de ayer en Bilbao una carga de explosivos de entre 30 y 40 kilos de Titadine colocada en la furgoneta robada a primera hora de la tarde del sábado en la localidad vizcaína de Dima por ETA. La banda pensaba atentar contra un vehículo de la Ertzaintza que iba a realizar labores de custodia a un centro de toxicómanos de Bilbao.

El vehículo fue localizado a las nueve y media en el barrio de Zamakola y el cordón policial se levantó sobre las tres menos veinte de la madrugada, tras la explosión controlada de la carga. Los equipos de artificieros de la Policía vasca retiraron el vehículo, que fue localizado por una patrulla de la Ertzaintza que alertó sobre la posibilidad de que contuviera una carga explosiva. La Policía autonómica mantuvo acordonada la zona en un radio de acción de más de 800 metros alrededor de la calle donde fue encontrado el vehículo, a la salida del casco viejo bilbaíno.

El objetivo de la carga era una patrulla de la Policía vasca, que iba a realizar labores de custodia al centro de toxicómanos 'Hontza', en el barrio bilbaíno de Zamakola. La banda tenía previsto perpetrar el atentado el mismo sábado, pero las medidas de autoprotección que adoptaron los agentes pudieron evitar que ETA llevase a cabo su acción con éxito.

Aunque las primeras hipótesis apuntan a que los autores del atentado frustrado hayan podido ser tres activistas del 'Comando Vizcaya', en concreto del 'Talde', un portavoz de la Ertzaintza aseguró que no se podrá determinar hasta que no se inicie la investigación y se avance en el análisis de las pruebas.

El vehículo fue robado hacia la una y media de la tarde del sábado, cuando tres personas encapuchadas, que dijeron actuar en nombre de la banda terrorista, asaltaron el vehículo, atando a un árbol y amordazando a su propietario, al que dejaron abandonado en las inmediaciones y que posteriormente pudo desatarse y avisar a la Policía vasca.

Las reacciones al ataque no tardaron en producirse. El alcalde en funciones de Bilbao, Ibon Areso, condenó «con rotundidad» la frustrada acción y advirtió a la organización terrorista del «dolor y sufrimiento que hubiesen causado a la sociedad bilbaína» si el atentado se hubiese producido. Areso transmitió además su apoyo y solidaridad a la Ertzaintza.